Janet Sanz, teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo y Movilidad, ha desgranado la propuesta del Ayuntamiento de Barcelona para reordenar el Espai Barça, un proyecto que incluye la remodelación del Camp Nou y la construcción de un nuevo Palau Balaugrana.

La propuesta de modificación del Plan General Metropolitano (PGM) se presentará el próximo miércoles a la Comisión de Ecología, Urbanismo y Movilidad. Esta propuesta, en caso de aprobarse, tendrá que superar tres meses (sin contar agosto) de alegaciones por parte de los vecinos y del mismo Barça, y después tendría que pasar por la comisión de urbanismo de la Generalitat de Catalunya.

122,3 millones de euros

La propuesta del Ayuntamiento incluye, según Janet Sanz, reformas basadas en tres criterios: consenso vecinal, mejora de la voluntad inicial del Barça con respecto a la movilidad impulsando el transporte público y los equipamientos deportivos, y asegurándose que el coste económico de la reordenación esté subvencionada íntegramente por el club. Un coste que el consistorio cifra en 122,3 millones de euros.

La voluntad es que se aproveche la construcción del Espai Barça para abrir el espacio al vecindario, implicando las nuevas edificaciones en el día a día del barrio. "Es una propuesta que se integra en el territorio, rompe una barrera urbana y reordena un ámbito que no tiene calidad urbana. Además, mejora la movilidad y no plantea un gran aprovechamiento privado, factor diferencial respecto a las anteriores propuestas del club", ha asegurado Sanz.

La propuesta incluye la creación de 1.000 nuevas plazas de aparcamiento para motos, 400 para bicicletas y 70 para autobuses, manteniendo los 3.200 para coches. Todas soterradas. "Pretendemos reducir el impacto en los días de partido y pedimos la colaboración del Barça con la financiación del transporte público (170.000 euros anuales)", ha asegurado Sanz antes de anunciar la creación de tres nuevas líneas de autobús que conectaran puntos como la Plaza Catalunya y la Estación de Sants con el estadio.

Límite a la voluntad del Barça

El deseo del club era la creación de tres nuevos edificios de uso terciario. El Barça quería levantar edificios de oficinas y un hotel para sacar beneficio. Todo esto, ocupando 36.000 metros cuadrados delante del Nou Camp Nou. El Ayuntamiento recorta las pretensiones del club y le ofrece 30.000 metros cuadrados de aprovechamiento, que se dividen en 18.500 dedicados a oficinas, 10.000 de uso hotelero y 1.500 dedicados a la restauración.

"Creemos que la propuesta es suficientemente equilibrada por la actividad económica que puedan generar estos espacios", ha asegurado la teniente de alcaldía después de indicar que las modificaciones en el PGM sólo pueden ser públicas y las entidades privadas sólo pueden presentar propuestas.

El club cede 14.000 metros cuadrados de suelo y el Ayuntamiento gana 1.000 metros cuadrados (de 500 a 1.500) de equipamientos deportivos, manteniendo la pista de hielo o la escuela del club. Las ideas del consistorio también pasan por modificar las calles que rodean el Espai Barça, aunque de momento no tienen ninguna petición del club, como había anunciado el vicepresidente Jordi Cardoner, para ponerle el nombre de Johan Cruyff a la calle Arístides Maillol. "Tenemos que buscar una propuesta alternativa para dignificar la memoria de Cruyff", ha indicado Sanz.

El Barça tendrá que empezar las primeras obras de remodelación en verano del 2018 teniendo en cuenta el proceso que seguirá este proyecto de modificación del Plan General Metropolitano. Así pues, si no hay ningún imprevisto que retrase la voluntad que expresó el socio en referéndum, el Espai Barça empezará a levantarse a finales de la próxima temporada.