Crisis institucional, moción de censura, plantilla inacabada y operaciones frustradas. El Barça vuelve a la Liga con un derbi para disipar las disputas extradeportivas. La actualidad marca el día a día del club, pero según Ernesto Valverde, el equipo se aísla, y la respuesta de todas las dudas será sobre el césped del Camp Nou contra el Espanyol.

Leo Messi, Ousmane Dembélé, Sergio Busquets y Gerard Piqué tendrán que dirigir a un equipo dispuesto a dar un paso adelante. El mercado de fichajes, acabado durante el parón de selecciones, dejó tocado al club, incapaz de reforzar a un equipo que le faltaban piezas, y después de haber prometido uno o dos futbolistas más. No hubo cambios, pero el equipo se tiene que conformar con lo que tiene y Valverde también.

Aliciente Dembélé

El entrenador extremeño del Barça afirmó en la previa del derbi que tiene una "gran plantilla", y con este gran conjunto de futbolistas tendrá que afrontar una temporada decisiva para el futuro del club. Si Neymar ha dejado tocado al equipo, este sentimiento se tiene que dejar atrás, es cosa del pasado, porque Dembélé ha llegado para hacerlo olvidar.

El gran aliciente del partido será el debut de la nueva estrella blaugrana. Con sólo 20 años, el extremo francés se ha convertido en el fichaje más caro de la historia del Barça y también en la gran ilusión de futuro.

El barcelonismo, con los debates institucionales aparte, tiene que creer en este Barça. Messi sigue liderando el equipo, Luis Suárez seguirá aportando goles y nuevas caras con ambición pueden tomar el protagonismo en una temporada que, cerrado el periodo de fichajes, reconduce su rumbo y ya sólo piensa en los títulos.

Recuperar el centro del campo

Uno de los grandes objetivos de este Barça será recuperar la esencia en el medio del campo que el tridente hizo tambalear. El equipo tiene que volver a los orígenes de los éxitos si quiere volver a triunfar, pero ahora se tendrá que ver el nuevo planteamiento que impone el entrenador.

El físico, el músculo y la velocidad pueden condicionar el futuro, pero contra el Espanyol a buen seguro que el Barça tendrá que tener el control. El conjunto blanquiazul es defensivamente muy sólido y muy peligroso al contragolpe. Las mejores armas para combatir estas características tendrán que ser el dominio del balón y el desequilibrio en ataque.

Vuelve la Liga y ya en la tercera jornada se ve el primer gran partido de la temporada con un derbi. Día de los grandes, el Camp Nou lleno y contra un rival de aquellos que la afición y los jugadores tienen ganas de ganar.