El Valencia sigue sumido en una gran crisis institucional y deportiva a los mandos de un Peter Lim que sigue insistiendo en abaratar el coste de la plantilla. El conjunto che ya estuvo coqueteando con el descenso la temporada pasada, salvándose en la última jornada. Una situación muy lejos de lo que merece un club histórico como lo es el de Mestalla, que está luchando por salvarse cada año que pasa, y alejándose cada vez más de los puestos europeos.
Este año, Peter Lim ha ido dando salida a varios de los futbolistas de la entidad valenciana y no ha querido reforzar al equipo como se merecía. Han llegado unas pocas incorporaciones, muchas menos de las solicitadas por un Rubén Baraja, abatido y consciente de la situación por la cual atraviesa el club valenciano. El técnico del Valencia ha tenido que utilizar a varios futbolistas de la cantera que, por suerte, han dado el salto y han irrumpido con fuerza.
André Almeida, en el escaparate
Con los problemas económicos del Valencia, lejos de mejorar la situación, Lim va a seguir empequeñeciendo al equipo y va a aprovechar hasta la más mínima oportunidad para seguir sacando tajada del club, y es que el proyecto deportivo le importa bien poco, aun a sabiendas de que va a debilitar la plantilla.
De hecho, uno de los grandes aciertos de la dirección deportiva del club, manipulada al antojo de Lim, ha sido un André Almeida que se erigió como uno de los grandes futbolistas de la pasada temporada, con actuaciones muy destacables.
El portugués es uno de los hombres importantes de Baraja en la medular, siendo uno de los jugadores con más calidad, formando una gran pareja junto a Javi Guerra. Una progresión creciente de Almeida que va a aprovechar el Valencia para hacer caja.
El futuro de Almeida en manos de Baraja
A diferencia de años anteriores, el Valencia se ha convertido en un equipo 'trampolín' que necesita vender para cuadrar cuentas. Por esta misma razón, el conjunto che necesita que Almeida siga creciendo para despertar el interés de grandes clubs que estén dispuestos a pagar una gran cantidad de dinero por su traspaso.
El futuro de André está en manos de un Baraja que, presionado por la directiva, tiene que darle minutos para que le sirva de escaparate y atraer el interés de algunos de los equipos potentes de Europa que puedan pagar una importante cantidad de dinero.