En el Valencia han perdido la cuenta de los fichajes ruinosos que Peter Lim ha traído al club durante los últimos años. Pocos han funcionado como se esperaba y han dado un rendimiento notable, y si han evitado el descenso en las pasadas campañas es por la aportación de los jugadores que han salido de las categorías inferiores, que han sido los líderes de la plantilla. Sin ir más lejos, ahora mismo los intocables de Rubén Baraja son Javi Guerra, Diego López, Christan Mosquera o Fran Pérez, todos ellos, criados en la cantera de Paterna.

Porque la aportación de los futbolistas contratados este verano ha sido escasa, por no decir nula. Un ejemplo de ello es Roman Yaremchuk, quien fue el elegido para solucionar los problemas de cara a puerta, pero no ha conseguido consolidarse como titular. Tan solo ha disputado 61 minutos, divididos en dos choques de La Liga EA Sports, en los cuales no ha podido marcar ningún gol. Por suerte, llegó cedido por el Brujas belga, y se marchará a final de curso.

Tampoco ha hecho nada destacable Selim Amallah, quien también llegó a préstamo, en su caso desde el Valladolid, y no ha sido titular en ningún duelo, participando en cuatro jornadas, acumulando un total de 110 minutos, sin dar ninguna asistencia, ni ver portería. Aunque el caso que más preocupación genera en Mestalla es Cenk Özkacar, por el cual hicieron una fuerte apuesta, pagando cinco millones de euros, una inversión que no está consiguiendo justificar.

La pasada temporada sí que estuvo acertado, y fue importante en el conjunto ‘ché’, siendo uno de los líderes de la defensa. Y eso provocó que hicieran un esfuerzo para retenerlo y quedárselo en propiedad, llegando a un acuerdo para su traspaso con el Olympique de Lyon. Baraja confiaba en él, y comenzó siendo un fijo, pero el mal rendimiento y la poca seguridad que ha aportado ha provocado que pase a ser una pieza totalmente prescindible.

El internacional turco ha pasado a ser la última opción para ocupar la demarcación de central, por detrás de Mouctar Diakhaby, de Gabriel Paulista, del mencionado Mosquera, e incluso de Rubén Iranzo y de Yasek Gasiorowski, del filial. Recuperar lo que pagaron será una misión imposible.

Pepelu García, el único que ha funcionado

Ahora mismo, Pepelu García es el único refuerzo que se puede considerar como un acierto, pues es uno de los motores del equipo, y es intocable para Baraja, después de que pagaran cinco ‘kilos’ a la UD Levante por el centrocampista de 25 años.

Sergi Canós, por su parte, ha dejado buenas sensaciones, pero todavía no ha podido adaptarse por completo al juego del Valencia.