“Nada de golf. Vamos allí a hacer nuestro trabajo". Así de tajante se mostró Rob Page, el seleccionador de Gales, cuando fue preguntado por la gran pasión de algunos de sus jugadores, liderados por Gareth Bale. “Antes, Gareth Bale, Kieffer Moore o Aaron Ramsey venían y me decían: ‘¿Cuál es el plan de mañana por la tarde? ¿Hay alguna reunión?’. Y les decía: ‘No, no hay reunión, así que si queréis podéis ir a jugar nueve hoyos”. En Qatar, en cambio, se tendrán que buscar otra afición para despejar la mente. “No tendremos tiempo. Hay un partido cada cuatro días. No para”, añadió Rob Page.
Gareth Bale, pues, tendrá que prescindir de su gran pasión, jugar a golf, un deporte que practica siempre que está concentrado con la selección. Page, sin embargo, no quiere que la imagen de sus jugadores jugando a golf mientras están concentrados en Qatar dé la vuelta al mundo, además de las lesiones que se pueden producir, por lo que se lo ha prohibido taxativamente.

Bale puede jugar a golf, pero en la Play
El tema, que ha generado debate en Gales, ha concluido con las palabras del propio Bale, que a la pregunta de los periodistas evitó la polémica explicando cuál es su otra gran pasión y a la que Rob Page no pondrá reparos. “Seguro que jugaremos en la PlayStation”.
Y es que en los últimos meses Gareth Bale ha ido combinando su gran pasión por el golf, que le permite despejarse y fortalecer su cuerpo, pues el golf es un deporte en el que se hace mucho más ejercicio del que pueda parecer en un inicio, con la Playstation 5, la videoconsola, junto a la XBox Series X, de nueva generación. Bale, de hecho, tiene videojuegos para jugar a golf, además de otros de fútbol en el que puede llevarse a sí mismo y a sus compañeros a intentar ganar el Mundial de Qatar.

El golf y la polémica con el Real Madrid
La afición por el golf de Gareth Bale pasó de anécdota a serio problema cuando el galés militó en el Real Madrid. Sus escapadas para practicar dicho deporte eran constantes, incluso cuando el futbolista tenía molestias. Además, era habitual verlo mirar partidos de golf en los desplazamientos con el primer equipo.
La gota que colmó el vaso se produjo en la celebración de Gales de la clasificación de una fase final de una Eurocopa, cuando Gareth Bale se fotografió con una bandera de Gales en la que se leía: "Gales. Golf. Real Madrid. En este orden". Ya por aquellos tiempos, en el Real Madrid estaban hartos de un Bale que parecía un jugador amateur, desconcentrado en los entrenamientos, casi siempre de baja por alguna molestia, y más pendiente de jugar a golf que con el Real Madrid. Además, se transformaba cuando se iba con Gales, en el que era la super estrella que fichó Florentino Pérez.