El conflicto político entre Azerbaiyán y Armenia sigue bien presente en la final de la UEFA Europa League que este miércoles enfrentará el Arsenal y el Chelsea en Bakú.

La semana pasada el club gunner confirmó que Henrikh Mkhitaryan, futbolista armenio de su plantilla, no viajaría a la capital de Azerbaiyán porque no podía "garantizar su seguridad". De hecho, el propio futbolista pactó no desplazarse con su equipo por miedo a las represalias de los ciudadanos azerbaiyanos. El motivo: un conflicto político que nace en la década de los 90 por culpa de un territorio perteneciente a Azerbaiyán pero con mayoría étnica armenia.

El asunto es tan serio que la policía del país eurasiático está identificando seguidores del Arsenal que visten la camiseta de Mkhitaryan, tal como demuestran varios vídeos compartidos en las redes sociales por los aficionados londinenses.

La final de la Europa League 2019 está siendo una de las más polémicas de los últimos años. Aparte del veto auto impuesto de Mkhitaryan, el partido también ha estado en boca de todo el mundo por el reparto desigual de las entradas. Aunque el Estadio Olímpico de Bakú tiene capacidad para 70.000 espectadores, la UEFA sólo repartió 6.000 entradas para cada equipo.