"No tengo titulaciones académicas. Todo lo que sé lo he aprendido de la vida de cada día. Cuando perdí al padre, a los doce años, mi educación quedó en manos del Ajax". Así empieza 'Johan Cruyff 14, la autobiografía', un libro que recoge en primera persona la esencia del mito holandés con la colaboración del periodista Jaap de Groot. Uno de sus últimos deseos después de conocer que sufría cáncer fue la publicación de unas memorias a título póstumo, una obra que ahora ve la luz.

En las 319 páginas, Cruyff repasa todos los capítulos determinantes para entender su éxito. Su amor por el fútbol lo condicionó desde bien pequeño. En una familia donde el deporte no tenía un papel relevante, el genio holandés se pasaba los días jugando por las calles de Amsterdam. Allí es donde se forjaron los rasgos más distintivos de su juego. Utilizaba las aceras para mejorar la técnica y el cemento como un aliciente para mantener el equilibrio y no caer. Un ejemplo de cómo convertir las desventajas en ventajas. Una frase de cabecera de su filosofía.

Apasionado por los números y el cálculo mental, Johan Cruyff reconoce que todo lo que ha aprendido ha estado fuera de la escuela. En la frutería de los padres, muy cerca del campo del Ajax, empezó a despertar su gusto por las matemáticas. Cruyff realza la importancia de las personas que lo han acompañado durante todo el trayecto y remarca la importancia de la educación en la academia holandesa donde descubrió que "la forma más sencilla suele ser la más dura, así entendí que jugar al primer toque es la máxima expresión de la técnica".

Uno de los capítulos más duros fue el intento de secuestro, con sus hijos y la familia en casa. Los gritos y el jaleo alertaron a los vecinos que llegaron a tiempo para evitar que se lo llevaran en una furgoneta. Aquel episodio lo hizo perderse el Mundial de Argentina de 1978: "En una situación así no te vas a la otra punta del mundo y dejas a la familia sola ocho semanas".

En el texto, Johan Cruyff se atribuye haber recuperado a Pep Guardiola para la causa cuando era futbolista del primer equipo. "Decían que era poco corpulento, que no tenía fuerza y no sabía defender," señala el exentrenador. Además, Cruyff asegura que fue él quien convenció "personalmente" a Luis Enrique para que dejara el Madrid y fichara por el Barça mientras que señala a Sergio Busquets como un posible relevo en el banquillo blaugrana.