El Espanyol se ha convertido en el primer equipo de la Liga Santander en ganar en el Wanda Metropolitano (0-2). Los blanquiazules han conseguido una victoria de mérito contra un Atlético de Madrid que ha echado de menos a sus jugadores titulares. Melendo y Leo Baptistao han sido los goleadores de una tarde plácida en Madrid.

El muro de Madrid

Las estadísticas no siempre son exactamente fidedignas a la realidad pero muchas veces la ayudan a comprender. Cuando uno de los equipos menos goleadores de la Liga Santander visita al conjunto menos goleado de la misma competición, lo más normal es que durante los 90 minutos las ocasiones brillen por su ausencia y los aficionados celebren pocos o ningún gol. Y más si son los primeros los que tienen la pelota mientras los segundos se limitan a dejar pasar los minutos.

El Espanyol ha visitado por primera vez el Wanda Metropolitano en un contexto especial para el Atlético de Madrid. Los colchoneros, que tienen una plantilla excesivamente corta con sólo diecisiete jugadores de campo, ven a diez días la final de la Europa League y Simeone tiene claro que la competición internacional tiene que captar toda la atención de sus futbolistas. Griezmann, Godín, Saúl y Gabi han empezado el partido desde el banquillo; Diego Costa, con algún problema físico, no ha arriesgado y ha visto el partido desde la grada. Lo primero es lo primero.

Las rotaciones, sin embargo, no han borrado la condición de abrupto del muro que los madrileños han construido, durante toda la temporada, alrededor de Oblak: 18 tantos recibidas, de los cuales sólo cuatro como local, en las 35 jornadas disputadas. En ataque sí que han echado de menos la calidad de sus titulares (el Atlético ha acabado la primera mitad sin ningún disparo entre los tres palos), pero su estructura defensiva no ha sufrido demasiadas fracturas. El quid de la cuestión para los intereses blanquiazules, pues, residía en el hecho de aprovechar las pocas aproximaciones que los locales les cedieran.

Los de David Gallego -que, por cierto, ha sido expulsado para protestar durante el descanso- han sido ligeramente superiores a sus rivales. Como en el resto de partidos contra los equipos grandes de la Liga, el Espanyol ha sacado pecho y ha competido. Sin ningún tipo de duda, esta será la mejor noticia del (gris) curso. Más allá del resultado con el que se acabara, el Wanda ha sido testimonio de una versión perica más que decente.

La caída del muro

Cuando parecía que perforar la portería de Oblak era un imposible, sin embargo, Melendo ha hecho un puñetazo sobre la tapia para derribarla. Lo que no habían conseguido en la primera mitad Gerard Moreno y Leo Baptistao (el primero se ha encontrado con el palo; el segundo, con sus habituales problemas goleadores) lo ha conseguido el pequeño de la casa sólo iniciada la reanudación gracias a la ayuda de Savic. El central montenegrino ha desviado con la cabeza su disparo y ha ayudado al mediocampista a mover el marcador. Premio a la insistencia.

Aunque quedaba mucho tiempo por delante, los colchoneros no han mostrado más síntoma de reacción que algunas llegadas puntuales al área de Pau. El portero visitante no ha tenido que esforzarse demasiado por evitar el empate y empezar a gestar una hazaña que todavía no había conseguido ningún equipo de la Liga: ganar en el Wanda Metropolitano. Barça, Madrid, Valencia, Betis... ninguno de ellos lo consiguió. El Espanyol, sí.

Cuando sólo quedaban diez minutos para el final, Baptistao ha querido añadirse a la fiesta y se ha reivindicado con un golazo desde fuera del área. La genialidad del brasileño ha sentenciado la proeza y ha dado paso a dos hechos inéditos esta temporada: Gerard Moreno no ha ejercido de protagonista en una victoria blanquiazul y, además, ha sido sustituido por primera vez. El de Santa Perpètua no podrá decir que ha sido el único futbolista de campo de Primera en jugarlo todo este año.

Ya no ha habido tiempo para más y, como pasó en el 2014 en San Mamés, el Espanyol ha sido el primer equipo español en ganar en el nuevo estadio del Atlético de Madrid. Los pericos, que sólo vencieron un partido como visitante con Quique Sánchez Flores, han conseguido la segunda victoria consecutiva lejos de Cornellà con David Gallego al mando.