El Barça, como tenía Ilkay Gündogan al principio de la temporada o Jules Kounde o Franck Kessie a inicios del pasado curso, está bajo amenaza que uno de sus nuevos fichajes abandone el club si no es inscrito. Este es el caso de Iñigo Martínez, que podrá abandonar el FC Barcelona si no es inscrito antes del fin de semana. El defensa de Ondárroa permanece lesionado y el club no lo ha inscrito mientras se recupera, pero ahora que Iñigo vuelve a entrenar con el grupo, Joan Laporta procederá a registrarlo en la página web de LaLiga EA Sports.
Tras hacerlo con Marcos Alonso, no hay aparente peligro con Iñigo Martínez, pero no se puede descartar que el jugador acabe saliendo porque, en este caso, la cláusula incluida en el contrato que firmó el pasado mes de julio le permitiría salir cedido si el club blaugrana no puede prometerle jugar por cuestiones de fair play financiero.
El Athletic Club, un destino vetado
En la tesitura de buscarse un nuevo destino, Iñigo Martínez tendría un buen abanico de posibilidades en vista de que ha demostrado ser un defensa de lo más competente. Sea como sea, el destino que tendría vetado sería el Athletic Club, de dónde salió por la puerta de atrás después de acusarse mutuamente con el club de mentir a la hora de poder renovar el contrato que caducó el pasado mes de junio.
De hecho, de la Real Sociedad también salió como un desertor al abandonar el club para ir al rival más íntimo. Forzó su salida y, aunque dejó 31 millones de euros en las arcas del club txuri-urdín, la entidad donostiarra incluso tomó la medida de intercambiar gratis todas las camisetas de su afición con el dorsal y el nombre del central. Sea como sea, cabe decir que el jugador tiene fotografías de pequeño con la camiseta del Athletic Club, que es el equipo de su infancia.
En caso de cesión, Iñigo Martínez tendría que cobrar lo mismo acordado con el Barça
El FC Barcelona en ningún momento tiene previsto ceder a Iñigo Martínez, pero en caso de no tener ninguna otra alternativa, el problema es que el club culé tendría que hacerse cargo de parte de su ficha para que esta, en su nuevo destino, sea como mínimo la misma que la que acordó con el club blaugrana.
Sea como sea, evidentemente, si llega un equipo que iguala estos emolumentos o incluso los supera, el Barça perdería sus derechos de manera temporal, pero, al menos, podría olvidarse de su ficha hasta que caduque el contrato de cesión. Mientras tanto, que sí que se quiere ceder es a Eric Garcia, que en las últimas horas se ha acercado mucho al Girona, calcando la operación que protagonizó Pablo Torre ahora hace unas semanas.