Decían que Arturo Vidal se fichó para jugar en campos cono el Coliseum Alfonso Pérez. Según explicaban, el fútbol del chileno es la mejor receta para afrontar retos como el del estadio del Getafe, donde el Barça, aunque ha acabado ganando, se ha encontrado un equipo duro y combativo que no ha regalado ni un metro.

Es indudable que Arturo Vidal es un jugador diferente al resto de mediocampistas de la plantilla blaugrana. El chileno aporta lucha y pone la cabeza donde el resto de compañeros no ponen ni la bota, pero hay que preguntarse si su aportación es lo qué un equipo como el Barça necesita.

Jugar una fría noche de enero en Getafe no es el sueño de ningún futbolista, eso está claro. Ahora bien, apostar por futbolistas como Arturo Vidal y convertir el partido en una guerra sólo empeora la situación. En el mundo del fútbol, cuándo el lenguaje bélico entre en escena es que las cosas no van bien. Sobre todo en Can Barça.

En Getafe hay quien habrá disfrutado del juego de Arturo Vidal -ha luchado como nadie y ha visto una amarilla-, pero lo cierto es que el Barça no ha dominado el partido, especialmente en la segunda parte. Sin Sergio Busquets, sólo Arthur Melo ha intentado reencontrarse con un estilo de juego que, curiosamente, él sólo ha vivido a través de la televisión.

Arturo Vidal es la solución a un problema creado por el propio Barça. Apostando por el juego de posición el futbolista chileno sería un recurso interesante, pero nunca una pieza estructural para visitar el campo del séptimo clasificado.