El Barça es un club que vive de los resultados. Si se ganan partidos, todo va bien. Si se empieza a empatar o se pierde, aparecen las crisis. Pero ser culé tiene un factor extra de exigencia y aparte de ganar, se tiene que conseguir jugando bien. Y en los últimos años, a excepción de la Champions que se ha resistido, la figura que ha mantenido el nivel ha sido Leo Messi. Pero cuando el argentino se lesiona, todo el mundo se resiente.

Temblando por Messi

Precisamente en este inicio de temporada el Barça ha echado de menos, y mucho, a Messi. Una lesión en el sóleo de la pierna derecha lo ha dejado sin fútbol en el mes de agosto y justo hace una semana que ha reaparecido. Treinta minutos en Dortmund, treinta más en Granada y media parte en el Camp Nou contra el Villarreal. Y Messi ha dicho basta. Una nueva lesión, esta vez en el aductor de la pierna izquierda, hace temblar a los culés.

Esperando los resultados de la lesión del argentino y el tiempo de baja que estará, todo el mundo ya se pone las manos en la cabeza. Sin él se ha visto que fuera de casa es imposible ganar, y en Barcelona, de momento, se aguanta el tipo.

Messi lesionado Barca Villarreal EFE

EFE

Nace una nueva estrella

Entre la niebla, sin embargo, ha aparecido una nueva estrella. Parecía que la tormenta después de la baja del '10' sería imposible de superar. Y el Barça se ha mojado, pero también ha encontrado una nueva estrella que ha guiado el camino.

Ansu Fati es este astro, de sólo 16 años, atrevido, rápido, técnico y especial que ha salido de la Masia para irrumpir en el primer equipo con fuerza. Y gracias a las bajas en la zona atacante, se ha hecho un sitio entre los mejores. Fati es muy bueno, pero tampoco es Messi.

Ansu Fati Barça EuropaPress

EuropaPress

La afición y el club tienen depositadas en él muchas esperanzas, pero si se piensa en el futuro más próximo, quien tiene que sacar las castañas del fuego son Luis Suárez, Griezmann o Dembélé, no el joven Ansu que ahora tiene que cocinar su futuro a fuego lento.