El Real Madrid atraviesa una fase crítica. Las decisiones de Xabi Alonso están generando más polémica que resultados, y la figura de Carlo Ancelotti, ahora seleccionador de Brasil, aparece como un espejo incómodo. Mientras el italiano hace brillar a Rodrygo con la ‘canarinha’, el tolosarra lo tiene arrinconado en el banquillo blanco.
El joven atacante brasileño, que fue decisivo en las Champions conquistadas por el Madrid, ha pasado a un segundo plano. Con apenas 212 minutos jugados en lo que va de temporada, su protagonismo se ha desvanecido. Mientras tanto, Vinícius Jr., con más de 680 minutos, sigue siendo indiscutible para Xabi Alonso, pese a su bajo rendimiento.

Rodrygo se reivindica con Brasil
El contraste con Brasil es evidente. Ancelotti ha encontrado la fórmula perfecta para recuperar la mejor versión de Rodrygo. Lo ha colocado como mediapunta, con libertad total en ataque, y el resultado ha sido inmediato: doblete ante Corea del Sur y premio MVP del partido. El delantero del Madrid volvió a sonreír.
En cambio, en el Santiago Bernabéu se le ve frustrado y apagado. Su talento se desperdicia en un sistema donde todo gira alrededor de Vinícius. Xabi Alonso, que ha querido imponer una idea de fútbol más físico y de posesión lenta, ha perdido la chispa que tanto caracterizaba al equipo. El ataque del Madrid se ha vuelto previsible, plano y sin velocidad.
El daño deportivo ya se nota. Los rivales le han tomado la medida al conjunto blanco. Sin Rodrygo ni Brahim participando con continuidad, el equipo carece de sorpresa y desborde. Y los goles empiezan a escasear. Lo más preocupante es que la confianza del vestuario en el técnico vasco empieza a resquebrajarse. Muchos jugadores no entienden por qué Rodrygo, pese a entrenar bien y destacar con su selección, sigue sin oportunidades reales.

Pese a su excelente rendimiento, Xabi Alonso sigue marginándolo en el banquillo
El propio futbolista lo ha admitido: “Pasé un momento muy difícil el año pasado. Pero Ancelotti me ayudó a recuperar la cabeza y las ganas de competir”. El problema es que ese respaldo que siente en Brasil no lo tiene en Madrid. Y eso está afectando a su estado anímico.
Desde el entorno del jugador aseguran que Rodrygo no quiere salir, pero si su situación no cambia, el próximo verano podría valorar ofertas. En el club temen que, si continúa así, pierda confianza y valor de mercado. Todo por una gestión que cada día parece menos lógica.
El contraste entre ambos técnicos es brutal. Ancelotti lo recupera. Xabi lo borra. Y mientras uno potencia su talento, el otro lo enfría. El resultado: un daño descomunal para el Real Madrid, que ve cómo uno de sus jugadores más determinantes se apaga por decisiones técnicas que muchos, incluso dentro del vestuario, ya no entienden.