Se suele decir que quien no arriesga no gana, pero hacerlo cuando tienes tanto a perder como tenía Àlex Márquez en esta Q2, la teoría dista mucho de la práctica. El de Gresini se ha llevado una pole de valientes en el GP de Argentina después de jugársela y calzar los slicks cuando el asfalto de Termas del Río Hondo ha empezado a mejorar.

Los cronos estaban cayendo en picado y, con el tiempo completo, Marco Bezzecchi había pulverizado la mejor marca hasta el momento también con las gomas de seco. No obstante, el pequeño de los Márquez, que todavía tenía una vuelta en la recámara, ha superado el tiempo del italiano para hacer la primera pole de su carrera en MotoGP.

Àlex Márquez, con el fuego de enemigo y el agua de aliado

La firma de Márquez Alentà no solo está monopolizando la Q2 en lo que llevamos de temporada, sino que, como Marc en Portimao, Àlex Márquez también ha sido el más rápido en la Q1. Sea como sea, las condiciones eran totalmente diferentes entonces. El de Cervera, como la mayoría de sus rivales, estaba luchando por no caer sobre un asfalto húmedo y traicionero.

De hecho, ya con el mejor tiempo de la primera sesión en el bolsillo, lo haría dejando una de las imágenes de la jornada. La caída era leve, pero al recuperar la verticalidad y empezar a rodar, su Ducati empezaría a echar llamas, requiriendo la ayuda de los operarios para dejar el episodio en un susto.

En el box le esperaría su segunda moto, con la que, finalmente, con set up de mojado y con neumáticos de seco, improvisaría para dar con la tecla adecuada y arrebatarle la pole a un Bezzecchi que ya se veía encabezando el grupo en la carrera. Lo haría con estilo, salvando la moto después de un latigazo que lo ha dejado prácticamente cruzado en plena recta.

La carrera al sprint apunta a caos

La meteorología — y con ella los cronos — ha sido cambiante a lo largo del fin de semana, pero como vuelva a llover en el intervalo de tiempo desde la qualy hasta la carrera al sprint, cundirá el caos. Cualquier tipo de goma se la llevará el agua y la adherencia volverá al cero para convertir lo que suele ser un ejercicio de velocidad en uno de supervivencia.