Alemania y el fútbol es una unidad de éxito. Los últimos años el fútbol alemán ha dominado Europa y también el Mundo. En una década han conseguido un Mundial, un subcampeonato en la Eurocopa, dos Europeos sub21 y ahora la primera Copa Confederaciones de su la historia. Y ha conseguido ganar con un equipo lleno de jóvenes promesas ante una Chile que ha hecho gala de ser la campeona de América del centenario.

Las ocasiones, el control y el esfuerzo no han sido recompensados. La mejor Chile atacante se ha podido ver durante 90 minutos en el estadio de San Peterburgo. Desde Rusia, desde Alemania, desde Chile y desde todo el mundo se ha observado La Roja más ambiciosa y sin dejarlo todo perdido cuando los alemanes los han sorprendido.

Solvencia alemana

Alemania ha creado un fútbol sólido, sin tomar muchos riesgos e intentando siempre equilibrar cada situación de juego. Si el portero del Barça Marc-André ter Stegen (MVP de la final) ha sido clave en el área alemana con intervenciones de auténtico lujo, el exblaugrana Claudio Bravo tampoco se ha quedado corto. Lo que no ha podido hacer el portero chileno ha sido frenar un gravísimo error de Chelo Díaz.

Error clamoroso en la salida de balón, Werner recupera dentro del área chilena y hace una pasada de la muerte a Stindl con Bravo superado. El centrocampista del Gladbach sólo ha tenido que empujar el esférico para marcar el gol que sería definitivo en el minuto 20.

Ha sido una acción que ha cambiado la mentalidad de una final muy disputada. Los alemanes, con un equipo físicamente muy fuerte, como ya es habitual, y con una gran concepción táctica, ha intentado nivelar los esfuerzos y esperar los errores rivales para crear. La juventud alemana ha sido la contrapartida que han aprovechado los chilenos, muy experimentados. La Chile de Juan Antonio Pizzi ha tenido momentos de gran fútbol, pero no ha sabido aprovechar las ocasiones. Ha llegado la dureza, instantes de idas y vueltas constantes, pero el marcador no se ha movido más.

Alemania ha levantado la Copa Confederaciones, el título que les faltaba. Joachim Löw ha vuelto a dejar a Alemania en la cumbre del fútbol tres años después de hacerla campeona del mundo. Y el futuro de Alemania también parece que está garantizado.