Se acerca el Clásico. El domingo se medirán Real Madrid y FC Barcelona en el Santiago Bernabeú con algo más que tres puntos en juego. Al margen del prestigio mundial que da ganar un Clásico, los de Xabi Alonso llegan picados después de perder todos los enfrentamientos contra los catalanes la temporada pasada. Por su parte, los azulgrana quieren recuperar el liderato. Actualmente están dos puntos por debajo en la clasificación.
Las lesiones marcarán el partido. Aunque ambos equipos van recuperando efectivos poco a poco, tienen las enfermerías a rebosar. Pero da igual. Un Clásico es un Clásico. Quienes saltan al campo suelen darlo todo.
Ello no quita que exista preocupación en los dos equipos. En el Barça especialmente, preocupa el bajo rendimiento de algunos jugadores en los últimos partidos. Por ejemplo, el de Wojciech Szczesny, que hace que la baja de Joan García sea demasiado sensible.

Szczesny, protagonista para bien y para mal
Szczesny llegó al Barça en el pasado mercado invernal tras la lesión de larga duración de Marc-André ter Stegen. Hansi Flick nunca tuvo confianza en Iñaki Peña y pidió su incorporación. Y aunque empezó generando muchas dudas con errores imperdonables, lo cierto es que fue de menos a más. Firmó muchas buenas actuaciones, siendo clave en la buena trayectoria del Barça durante la segunda mitad de la temporada. Pero en las últimas semanas, su rendimiento volvió a bajar. En parte, según apuntan algunos entornos, por la presión de Ter Stegen por ser titular de nuevo nada más recuperarse de su lesión.
Este verano, el Barça fichó a Joan García. Una apuesta de presente y de futuro. Y el club decidió renovar a Szczesny como premio a su buen rendimiento el año pasado y a la posibilidad de la salida de Ter Stegen. Al final, las lesiones de Joan García y del capitán le devolvieron la titularidad a Szczesny. Sin embargo, su rendimiento está dejando mucho que desear.
El polaco no genera confianza bajo palos. La defensa lo pasa realmente mal a sabiendas de que detrás no tienen a un portero de garantías. Alejandro Balde, Pau Cubarsí o Eric García viven los partidos bajo una presión constante de que cada balón perdido puede acabar en gol. Saben que juega porque no hay nada mejor. Pero su efectividad es muy preocupante.

Demasiados goles encajados
Szczesny ha sido incapaz de mantener la portería a cero en ningún partido. En total ha disputado cinco, en los que ha encajado 9 tantos. Es decir, la media sale a casi dos goles por partido. Goles encajados que, además, le han costado dos derrotas a los de Hansi Flick.
El meta jugará este domingo por primera vez en el Santiago Bernabéu. Un escenario hostil en el que cada error puede ser fatal. Un buen momento para que Szczesny pueda demostrar que no se ve superado por la presión. Su veteranía debería marcar la diferencia.