La llegada de Marcus Rashford al FC Barcelona generó expectativas, pero también incertidumbre. Después de un par de temporadas con altibajos en su rendimiento, el delantero inglés aterrizó en el Camp Nou con el objetivo de reforzar la delantera culé y convertirse en una pieza importante para Hansi Flick. Sin embargo, tras sus primeras actuaciones, comienzan a surgir advertencias sobre su impacto real en el equipo.
Las dudas persisten
Rashford debutó con el Barça en la primera jornada de Liga y, aunque tuvo oportunidades, su nivel distó mucho de lo esperado. Las críticas internas y externas no se han hecho esperar. Hay quien ya apunta que su aportación podría no superar la que ofrecieron jugadores como Ansu Fati o Pau Víctor la temporada pasada. Ambos jóvenes, que ahora ya no forman parte del equipo, dejaron un rendimiento limitado pese a su calidad, y la comparación con Rashford es un aviso sobre lo que podría ocurrir si no mejora rápidamente.

El reto de ganarse la confianza de Flick
Para Hansi Flick, la situación es clara: Rashford tiene potencial, pero debe adaptarse al sistema y demostrar consistencia. El técnico alemán ya ha mostrado su exigencia con el inglés, recordándole que la titularidad no es automática y que cada oportunidad debe justificarse con trabajo y resultados. Su primera titularidad ante el Levante, donde el equipo logró una remontada sufrida, evidenció que aún necesita incrementar su eficacia y compromiso en cada acción.
El precedente de Ansu Fati y Pau Víctor sirve de advertencia. Ambos contaban con calidad y fueron llamados a ser referentes jóvenes, pero la irregularidad y la falta de continuidad limitaron su influencia en el equipo. En el caso de Rashford, la directiva y el cuerpo técnico esperan que no ocurra lo mismo y que su fichaje, muy sonado por la cesión desde Manchester United, aporte soluciones inmediatas.
El entorno culé también observa con lupa el desempeño del inglés. Su llegada generó ilusión, pero las primeras impresiones no han convencido a todos. El mensaje desde dentro del club es claro: si Rashford no eleva su rendimiento y no se convierte en un jugador determinante, podría ocupar un rol secundario, similar al de Fati o Pau Víctor la pasada temporada.

Un futuro condicionado por la adaptación
Rashford tiene talento y capacidad física para triunfar en LaLiga, pero la adaptación al Barça y al estilo de Flick será clave. La presión para rendir es alta, y su futuro en el club dependerá de su capacidad para demostrar que puede ser más que un simple reemplazo de los que se fueron. La pelota está en su campo, y el tiempo apremia.
El inglés sabe que la comparación no juega a su favor, y que cada partido es una oportunidad para demostrar que está a la altura de las expectativas del Barça.