Seguimos de pretemporada y el Real Madrid cuenta sus partidos por victorias, ante dos equipos de alto nivel como son el AC Milan (3-2) y el Manchester United (2-0), y a expensas de lo que ocurra en el Clásico que se disputará la noche del sábado al domingo en el amistoso de la gira por Estados Unidos, los de Carlo Ancelotti han cosechado grandes sensaciones. Es cierto que a estas alturas, no se pueden extraer demasiadas conclusiones, y que es momento de probar nuevas tácticas y estrategias para encontrar posibles soluciones a futuros problemas, pero en el conjunto blanco, son optimistas.
Y más teniendo en cuenta el rendimiento que están demostrando algunos jugadores en estos primeros enfrentamientos. Los fichajes no están defraudando, y Jude Bellingham, poco a poco, ya está dando muestras de la calidad que atesora, y de por qué se pagó una millonada al Borussia Dortmund por él. No obstante, durante la preparación para la dura temporada que se avecina, ha salido a relucir un fichaje de 31 millones de euros, que ha confirmado que su aterrizaje en la capital fue un auténtico regalo para Carletto y para el Real Madrid.
Ancelotti, encantado con el regalo de Florentino
Un futbolista que, partido tras partido, se ha ido quitando su rol de suplente hasta convertirse, a base de actuaciones estelares, en un fijo en los esquemas del entrenador italiano del Real Madrid. A día de hoy, junto a Vinicius Júnior, es uno de los intocables de la plantilla de Carletto, que piensa construir el equipo a su alrededor.
Y es que Eduardo Camavinga a sus 20 años se ha convertido en algo así como uno de los líderes del proyecto del conjunto capitalino. Está claro que en un futuro está llamado a comandar el centro del campo del Santiago Bernabéu, pero es que está creciendo a pasos agigantados, y ya es uno de los titulares en todo un equipo como el Real Madrid.
Su polivalencia, calidad y lucidez le han bastado para encandilar a un Ancelotti que no ha tenido más remedio que apostar por él, en detrimento de un Tchouaméni que ha decepcionado en su llegada a la capital. Tanto es así que se han invertido los papeles, y el centrocampista de 20 años le ha comido la tostada al ex del Mónaco.
Una dupla de oro junto a Bellingham
Su partido ante el Manchester United fue buena muestra de su crecimiento. Actuando en todas las posiciones demandadas por su entrenador, Camavinga cumplió en todas ellas (de interior, de volante y de pivote). Con el nuevo sistema del Real Madrid, y dado lo que se está viendo, el centrocampista francés puede vivir su temporada de explosión.
Ancelotti lo sabe y no va a moverlo del 11 titular, salvo rotaciones. Sabe que junto a Bellingham van a formar una dupla de oro que va a hacer las delicias del Santiago Bernabéu durante las próximas temporadas. Y es que el centro del campo del Real Madrid vale muchos quilates.