A todos los tiranos que arruinan los paisajes de nuestras tierras habría que enviarlos al destierro eterno, pero por desgracia siempre acaban encontrando un resquicio de impunidad para salir indemnes de sus crímenes y seguir cometiendo fechorías en sus charcas de lodo y mierda, como los gorrinos en la pocilga. Leer Gloria (2023) de Noviolet Bulawayo me ha recordado a las fábulas que leía cuando era pequeña, la ironía con la que retrata la caída de Robert Mugabe, ex presidente de Zimbabue, que gobernó durante 40 años, es demoledora para esos personajes aún vivos. El formato, las pequeñas fábulas, el lenguaje fresco y las referencias a casos reales nutren las historias de este reino animal.

La novela nos recuerda a Rebelión en la granja del excepcional George Orwell, pero claramente encontramos un retrato de la política y los entresijos del país de origen de la escritora. La hazaña orwelliana de Bulawayo es de alabar, pues consigue zafarse de todo un sistema corrupto y sangriento con un humor inteligente y una prosa hambrienta de crítica. El reino de la Jidada se desmembra con la caída del Viejo Caballo, Mugabe, sustituido por Tuvy, otro equino, el actual presidente Emmerson Mnangagwa y ganador de las últimas elecciones de agosto. Todos los animales asisten al espectáculo dantesco de la debacle del antiguo régimen emprendiendo un camino hacia la libertad. Durante esta liberación, Destino, una cabra exiliada, regresa a Jidada para investigar los pasajes terroríficos del paso de la violencia en su país. Las mariposas rojas de la Jidada es un capítulo estremecedor, donde Destino investiga el aniquilamiento de su familia en el pueblo de Bulawayo. Este pasaje hace referencia al Gukurahundi, limpieza étnica perpetrada por Mugabe entre 1982 y 1987, que se saldó con más de 10.000 víctimas, la mayoría simpatizantes del ZAPU, Unión del Pueblo Africano de Zimbabue.

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La personificación de los animales es sencillamente increíble. Desde una burra con tacones de Gucci hasta un cocodrilo errante malévolo; los personajes son grotescos y ridículos, todos ellos inspirados, en su mayoría, en personajes reales. La radiografía literaria de la tiranía que ha devastado el país durante decenios y la complejidad de factores políticos e intereses económicos que intervienen para sesgar cualquier ápice de soberanía nacional o democracia demuestran el gran conocimiento de la autora, ahora estadounidense, de la geopolítica de Zimbabwe. Lo paradójico de los tiranos es que son arquetipos y encontramos muchos rasgos en común con políticos contemporáneos.

Es la historia de Zimbabwe, pero podría ser la de otros países del continente o la de otros territorios oprimidos. Es la historia del colonialismo y de la herida blanca que aún sangra. En el capítulo Necesitamos un nuevo orden mundial se pone de manifiesto el anhelo y las reivindicaciones de las cabras, “las potencias coloniales concedieron la independencia a África pero no la libertad”. Por eso, la autora dedica este relato "a todas las Jidades de todas partes" y hace de Gloria una novela universal. Adjudicar a una persona rasgos de animal puede resultar cómico o liviano, pero os aseguro que la profundidad con la que aborda los pasajes, algunos de ellos complementados con conversaciones de X (Twitter) o declaraciones a la prensa, es un ejercicio literario para lectores aplicados. Gloria es una novela para lectores entregados, para los que no se conforman con la superficie, solo apta para curiosos, para los que fueron niños y niñas del “y por qué”. En la profundidad de la pocilga, siempre hay mucha mierda, a parte de la que flota.

Esopo, fabulista griego universal, consagró un género que está superándose en estos momentos gracias a libros como este

Después de Necesitamos nuevos nombres (2013), finalista del Book Prize, ganadora del PEN Hemingway, irrumpe su segunda novela, también finalista del Book Prize 2022 y seleccionada en la lista del Women’s Prize 2023. Esopo, fabulista griego universal, consagró un género que está superándose en estos momentos gracias a libros como este. No os dejéis despistar por 'tholukuti', palabra que usa reiteradamente a lo largo de la novela y podría traducirse como “encontrarás eso” o “y luego”, una palabra realmente no traducible, usada en Twitter, y que hace alusión al tema Tholukuti hey!, canción viralizada durante el golpe de Estado a Mugabe. Y PD: que no os despisten tampoco la listas de ventas eurocéntricas, porque os perderéis fábulas épicas como la de Bulawayo.