El periodista Xavier Casinos (Barcelona, 1963) ha presentado hoy en el Colegio de Periodistas su nuevo libro, Barcelona Secreta volum II, el segundo volumen que recopila los artículos que semanalmente y desde 2014 publica en La Vanguardia con el mismo título.

La posibilidad de jugar a baloncesto en un claustro del siglo XV –el patio de la Escuela Sant Miquel acoge el antiguo claustro de Santa Maria de Jerusalén, desaparecido a raíz de la Desamortización–, la columna de la vergüenza de que recuerda el viejo oficio del verdugo barcelonés o la existencia de un Sant Jordi cosmonauta en el Palau de la Generalitat, son algunas de las historias que ido recopilando Casinos, director de comunicación de la Diputación de Barcelona y periodista de larga trayectoria.

"Desde muy joven he ido guardando cosas, me ha interesado siempre a la historia de Barcelona, y cuando me propusieron hacer esta colaboración recuperé papeles y recortes que había ido acumulando. Además, tengo la suerte de vivir al lado del Mercado de Sant Antoni, de donde saco muchos diarios y revistas antiguas que son fuente de inspiración de estas historias" ha explicado en conversación con el también periodista Sergi Mas, y ha recordado algunos de los descubrimientos más allá de libros y papeles. En este sentido, ha recordado cuándo subió al tejado del Arco de Triunfo –donde su padre había hecho alguna gamberrada de pequeño– o cuando bajó a la cisterna del Park Güell.

"La ciudad tiene miles de historias, sólo hay que encontrarlas" ha afirmado rotundamente, distinguiendo entre la Barcelona secreta y la Barcelona ignorada. Por ejemplo, ha recordado el antiguo emplazamiento de la desaparecida Illa de Maians, los esgrafiados eróticos en las celdas del Castillo de Montjuïc o los kilómetros de archivos del Colegio de Notaris, en el subsuelo del Raval.

A la pregunta sobre como voz la ciudad actual, lejos de las historias antiguas que más le gustan, Casinos –vinculado al Fòrum de las Culturas y al Ayuntamiento de Barcelona durante la década anterior– ha asegurado que Barcelona está en un periodo grave de crisis: "Venimos del estallido olímpico con el alcalde Pasqual Maragall y de un gran alcalde que la historia situará en su sitio, como Joan Clos. Los dos tenían una visión de la ciudad que ahora echo de menos".