Me he encontrado a Aleix antes de entrar y me lo he vuelto a encontrar justo al salir. Dice que no le ha gustado el concierto. Que ha sonado fatal. Puto Aleix, ha sido en el jodido Razzmatazz, aquí todos los conciertos suenan mal. Le acompaña un tipo que no conozco. Barba, polo Lacoste, bermudas, calcetines y mocasines. Todo muy de moderno de Barcelona. Ha sido un conciertazo. El moderno me da la razón. Me cae bien. Me pide un piti. "Aleix, ¿este quién es?". Me cae mal. Que sí, Aleix, que ha sonado mal, pero ha sido un conciertazo.
Temazo tras temazo ha sonado todo el disco azul, unas cuantas del Pinkerton, alguna del verde y unas pocas del resto de su discografía. Justo lo que ansiaba todo fan de Weezer
Temazo tras temazo ha sonado todo el disco azul, unas cuantas del Pinkerton, alguna del verde y unas pocas del resto de su discografía. Justo lo que ansiaba todo fan de Weezer. Además, con un Rivers Cuomo, ese entrañable cruce noventero entre Buddy Holly, Woody Allen y el protagonista de la peli La revolución de los novatos, más empático y comunicativo que nunca. "Hola, soy Ríos". Así se ha presentado dibujando la sonrisa del nerd que ha logrado ser la estrella. Me gustaría llevármelo a casa y abrazarlo, como me he abrazado al salir del bolo con Toni, Darío, Davi, Jordi, Luis, Joan, Richard, Xavi... Love of Lesbian tienen una canción que dice no-sé-qué de que "todos los raros fuimos al concierto" y algo de un telépata. Love of Lesbian no me gustan, pero esta frase siempre me ha llamado la atención por sentirme partícipe, porque hoy todos los raros y los perderdores hemos ido al concierto de Weezer, que no ha sido un concierto, sino un conciertazo. Porque un concierto que acaba con Say It Ain't So y Buddy Holly, solo puede ser un conciertazo.
Hamburguesas, el fútbol, su madre
Estos dos últimos meses han sido una mierda. No creo que haya caído en la depresión, pero en muchos momentos sí que me ha vencido la ansiedad. El pecho me ha oprimido y las piernas me han pesado. Mucho curro, muchísimo y muy mal pagado. Y nadie que te dé las gracias por el esfuerzo. Y nadie que te reconozca el talento. Y 25 años haciendo lo mismo y la sensación de que nada avanza. Y no estar muy convencido con el periodismo que se hace. Y las putas visitas. Y Marta se ha ido. Y no sé si nos darán la hipoteca. Y llevar a las mayores a las extraescolares. Y pagar los campamentos. Y pagar el curso que quiere hacer la mayor. Y pagar los libros del año que viene. Y pagar la multa. Y pagar el alquiler. Y pagar el impuesto de la basura. Y pagar la compra. Y nadie que te dé las gracias por el esfuerzo. Y nadie que te reconozca el talento. Y 25 años haciendo lo mismo y la sensación de que nada avanza.
Hamburguesas, el fútbol, su madre. Esa es la receta que utilizan Carolina Durante para salir del hoyo. Y si no, que Sísifo se la coma, porque sus amigos pueden más que sus demonios. Mi pareja y mis hijas, las charlas con Yeray, los whats con Kiku, las salidas a correr con Roger, las cañas con Marc... son mis hamburguesas, mi fútbol, mi madre. Y luego, noches como la que nos has regalado Weezer en la sala Razzmatazz de dos horas de pildorazos de pop pluscuamperfecto, por mucho que el maldito Aleix diga que ha sonado mal, fatal (y que su amigo moderno me haya gorroneado un cigarro). Supongo que esta es la magia, el poder, de la música, hacernos revitalizar cuando se nos acaban las pilas. Mañana no sé, pero esta noche, todos los raros que nos hemos juntado en la Razz, todos los perdedores, hemos vuelto a ganar.