Para resumirlo de entrada, We Are Lady Parts es como si los autores Marjane Satrapi y Nick Hornby se aliaran con los cineastas Stephen Frears y Guy Ritchie para hacer una serie que torpedeara todos los clichés imaginables sobre la representación de las mujeres musulmanas en la pantalla. Y no solo eso, porque aparte de dar la vuelta a la manera de abordar una cultura y su encaje social, también hace uno de los mejores retratos de un grupo de música desde The Commitments. El mérito, sin embargo, no es de los ilustres referentes antes mencionados, sino de la capacidad de la guionista y directora Nida Manzoor para recoger esta inspiración y aplicarla a una renovación, fresca y absolutamente impagable, de la comedia musical. La serie, que llega el martes a Filmin, es una verdadera joya que a lo largo de seis episodios de 25 minutos consigue que entiendas quiénes son estas chicas, por qué tiene tanto mérito lo que pretenden hacer y, finalmente, que quieras formar parte de su grupo. Pasa pocas veces que en una serie te gusten tanto unos personajes que querrías que no fueran de ficción. Aquí, es que directamente querrías formar parte de su vida.

La serie, que llega el martes a Filmin, es una verdadera joya que a lo largo de seis episodios de 25 minutos consigue que entiendas quiénes son estas chicas, por qué tiene tanto mérito lo que pretenden hacer y, finalmente, que quieras formar parte de su grupo

Punk sin complejos

Como Ferris Bueller o Parker Lewis, Amina es la narradora de una historia y, como tal, se toma la licencia de introducir sus percepciones. Como ellos, rompe la cuarta pared, pero en este caso para cantar (memorables, las fugas oníricas) y también se dedica a puntualizar sus acciones.

Foto We are Lady Parts 2
We Are Lady Parts: el punk no ha muerto

Es una estudiante de microbiología que, a pesar de tener unos padres que nunca la presionan en este sentido, está obsesionada con encontrar marido. Es, en el fondo, el resultado de un debate interno: ser una musulmana de valores tradicionales o hacer lo que realmente querría hacer. La cosa se tensa del todo cuando, persiguiendo un potencial pretendiente, acaba conociendo a las Lady Parts. Chicas, como ella; musulmanas, como ella; en busca de una guitarrista, como ella. A Amina se le abre un nuevo mundo de música punk sin complejos y que es un clamor para dejar ser como se quiera ser. Exactamente el espejo que ella necesitaba, por más que le ponga la vida patas arriba.

No hay ni un solo aspecto de We are Lady Parts que no funcione. Cuando quiere que riamos, te mueres de risa, y cuando quiere que se te encoja el corazón, lo consigue sin forzarlo

Todo bien

No hay ni un solo aspecto de We are Lady Parts que no funcione. Cuando quiere que riamos, te mueres de risa, y cuando quiere que se te encoja el corazón, lo consigue sin forzarlo. Es una comedia costumbrista de primera categoría y también un delirio capaz de armonizar los elementos más impensables. Es rompedora a muchos niveles y también sabe mirar con respeto hacia sus influencias. Es capaz de citar La cosa de John Carpenter y una comedia romántica mal puntuada en Internet sin despeinarse.

Foto We are Lady Parts 3
We are Lady Parts se estrena este martes en Filmin

Dispara contra la tiranía de las redes mientras se ríe en la cara de los arcaísmos. Manzoor, a quien convendrá seguir los pasos, cuenta con unos aliados indispensables: sus extraordinarias actrices, que obran el milagro de diluir la línea que separa persona y personajes, y una banda sonora por enmarcar, de aquellas que te pones en la lista de reproducción al final de cada capítulo. Y por cierto, cuando acabe, lo primero que querréis es que haya una segunda temporada. No sufráis, está renovada.

We Are Lady Parts