En el Teatre Borràs ayer se estrenó Ningú et coneix com jo, una obra escrita y dirigida por Roger Peña que estará en los escenarios de este teatro hasta el 13 de marzo. La obra, que ya se había representado en Miami, llega ahora a Barcelona para plantear una reflexión sobre la violencia de género mediante un duelo dialéctico entre Míriam Marcet y Xavi Sáez.

Dos personajes, un escenario, un acto

La acción se desarrolla, desde el principio hasta el final, a una sala de autopsias. La duración de la obra es la duración de la conversación entre los dos protagonistas, Sergi y Raquel. Todo pasará en una sala de autopsias, un espacio cerrado, frío, estéril, donde los personajes se irán desnudando, físicamente y espiritualmente. Aquello que se inicia como una comedia va cambiando de tono a medida que avanza la obra. Los personajes sufren una transmutación progresiva que los llevará hacia posiciones cada vez más duras. Y, al final, un giro inesperado sorprende al espectador. De hecho, la obra se presenta como "Un thriller psicológico, cargado de humor negro, sexo y violencia".

El monstruo

La obra reproduce el esquema de la violencia de género: una escalada progresiva, de tal forma que se tiende a normalizar la agresión. El control deja paso a la intimidación, la intimidación a la bofetada, la bofetada a la agresión brutal, la agresión brutal a la violación... Se procede a crear un hábito de violencia, que no hace más que crecer inevitablemente hasta el clímax final. Con esta obra se quiere denunciar que "el desamor se puede convertir en horror y violencia [...] cualquier individuo puede esconder un monstruo cobarde, capaz de las peores emociones". Una denuncia en toda regla de la violencia contra la mujer, que coincide con la festividad del 8 de marzo, el Día Internacional de las Mujeres.

Una apuesta arriesgada

El guion de Roger Peña parte de una situación inverosímil: cuando un forense va a realizar una autopsia, la mujer que está en la camilla se levanta. Toda la obra girará en torno a este principio, hasta la sorpresa final. Pero la inverosimilitud del punto de partida pesa como una losa sobre todo el relato, y sobre todo, sobre el giro final. Además, hay dificultades para combinar los gags cómicos con el tono trágico de algunos episodios. Y eso hace que la tarea de Míriam Marcet y de Xavi Sáez se vuelva imposible. El texto no tiene bastante fuerza, la obra no avanza de forma natural y los actores deslizan peligrosamente por situaciones poco creíbles y por extrañas salidas de tono. La supuesta riqueza de los personajes queda, tan sólo, en un barniz.

El triplete de Roger Peña en el Borràs

En el Borràs, cuando acaben las representaciones de Ningú et coneix com jo, se iniciarán las de El recanvi, otro texto de Roger Peña, pero en este caso con dirección de Mario Gas. Se trata de una sátira política, sobre un líder salido de la nada que acaba dirigiendo un gran partido; todo una reflexión sobre la capacidad corruptora del poder que se convierte, en estos momentos, en un texto de la máxima actualidad. Hace pocas semanas el mismo Teatro Borràs acogió otra obra de Roger Peña, Iaia!. En esta obra su madre, Montserrat Carulla, se despidió de los escenarios. De hecho, en esta pieza también participaba el nieto de Montserrat, Aleix Peña Miralles, en todo un homenaje a la veterana actriz.