100 medidas. Medidas... tardías. ¡Pero medidas! ¿No estáis al caso? Resulta que el Gobierno la semana pasada anunció 100 medidas para potenciar el uso del catalán después de un consejo ejecutivo extraordinario sobre lengua. 100 medidas o, dicho de otra manera, un plan de choque que tiene que servir para revertir la situación de emergencia del catalán en diferentes ámbitos y de manera efectiva. ¡YA ERA HORA!

100 medidas o, dicho de otra manera, un plan de choque que tiene que servir para revertir la situación de emergencia del catalán en diferentes ámbitos y de manera efectiva. ¡YA ERA HORA!

Queridos lectores, démonos cuenta: los catalanes siempre tenemos que tomar medidas drásticas (como hacer consejos extraordinarios) porque no hacemos las cosas bien cuando toca. Porque... ¿Cuántos años hace que hay profesores que imparten su materia en castellano a la escuela, al instituto y a la universidad? ¿Y no nos podemos sacar el carnet de conducir en catalán? ¿No os habéis parado nunca a pensar cuántos años hace que reclamamos el catalán en la justicia y otros ámbitos de la administración? ¡Ah!, y... ¿cuántos años hace que nos quejamos de ser discriminados lingüísticamente día tras día? ¿Y no podemos ser atendidos en catalán a la salud pública de nuestro país? La respuesta no es exacta ni precisa, pero es innegable y unánime: ¡DEMASIADOS AÑOS!

Queridos lectores, démonos cuenta: los catalanes siempre tenemos que tomar medidas drásticas (como hacer consejos extraordinarios) porque no hacemos las cosas bien cuando toca

El retroceso del uso social del catalán, los ataques permanentes a nuestra lengua por parte del Estado, el procés (o no procés), el 25% de castellano en escuelas e institutos... Todo suma. ¡O mejor dicho, todo resta! Y cada porrazo nos pesa más, porque luchar por el catalán es agotador. Pero no podemos desfallecer: nuestro convencimiento y la estima hacia la lengua hará que sigamos luchando por lo que queremos, una lengua normalizada y apta para todos los ámbitos con unos hablantes seguros, desacomplejados y fieles a su lengua.

El retroceso del uso social del catalán, los ataques permanentes a nuestra lengua por parte del Estado, el procés (o no procés), el 25% de castellano en escuelas e institutos... Todo suma

Bien, al menos el presi anunció estas medidas y acciones haciendo un poco de autocrítica (un poco y ya) y reconoció que "durante demasiado tiempo no hemos prestado suficiente atención al estado de la lengua". Además, en la comparecencia, también dijo que "volver a hacer avanzar la lengua catalana es una prioridad del gobierno del país". En definitiva, el Gobierno se ha comprometido: modificará la ley de consumo para garantizar la atención en catalán, formará docentes para que tengan herramientas para mantener y transmitir el catalán en las aulas, revisará los protocolos de Mossos y bomberos, fomentará el catalán a las autoescuelas, incorporará referentes lingüísticos en los centros de salud, hará formaciones para mejorar la atención a las personas mayores y cursillos a los jueces... ¡Ahora "solo" queda cumplir con todo eso! Y, tal como dice el dicho: "vale más tarde, in extremis, porque toca, a última hora, para hacer campaña, de cara a la galería, rápido y mal... ¡que nunca!"