Las ocho universidades públicas catalanas han presentado hoy el informe 2018 de Indicadores de Formación y Docencia de las Universidades Públicas Catalanas. En este estudio cuantitativo, que se publica cada dos años y que está disponible online, se hace una valoración positiva de la evolución académica de las universidades públicas catalanas, pero también se destaca que todavía se notan los efectos de la crisis del 2008 (que provocó una reducción de la financiación a partir de 2010). La financiación ordinaria de la Generalitat se ha ido recuperando de forma muy lenta, y ahora se sitúa en el nivel de 2007, pero todavía está lejos de la de 2009, cuando se llegó a un máximo histórico. El resultado es que es necesario un esfuerzo por parte de las familias mayor que en el resto del Estado. Mientras que en el Estado español los ingresos de matrícula se elevan al 23% del total, en Catalunya estos ingresos suben al 30%. La carga de las matrículas, pues, es mayor en el territorio catalán.

Falta inversión en universidades

Algunos de los rectores de las universidades públicas catalanas hace tiempo que reivindican la necesidad de un incremento urgente de presupuesto, aunque hoy no lo han pedido abiertamente. La inversión española en enseñanza superior es del 1,3% del PIB, por debajo de la media del OCDE, que es del 1,6% e incluso de la media de la Unión Europea, que es del 1,4%. El Estado Español, pues, está muy lejos de los países más desarrollados; Estados Unidos se sitúa en torno al 2,7%, y Reino Unido y Finlandia en el 1,8%. Una de las consecuencias de este infrafinanciación es el envejecimiento del personal docente e investigador: de los 17.014 docentes, 7.463 son mayores de 50 años, y sólo 4.196 son menores de 40. Eso es especialmente grave entre el profesorado con vinculación permanente. El 86% de los profesores de entre 30 y 40 años no tienen un contrato con vinculación permanente. En las ocho universidades catalanas no hay un solo miembro con vinculación permanente del personal docente e investigador menor de 30 años. El incremento de personal en los últimos años se ha realizado, básicamente, con docentes a tiempo parcial, y gracias a eso se ha podido reducir la ratio estudiante / personal docente e investigador, de 12,3 en el 2012/13 a 11,32 en el 2016/17.

Aprobado en formación

El estudio muestra una valoración positiva sobre la calidad de la oferta formativa. Todas las titulaciones están acreditadas, y un 18% de ellas están en progreso de excelencia. El estudio muestra una evolución positiva de la oferta formativa: con un incremento de la formación no presencial (aunque el número de títulos se mantiene estable). El número de posgrados no para de crecer. Las universidades públicas presumen de la realización de 286 cursos de doctorados industriales, con colaboración con las empresas, en los últimos cinco años. Para los responsables del estudio, el otro punto fuerte del sistema público es la innovación docente. Y se muestran muy satisfechos por el aumento del número de aprobados, que pasa del 72% al 82% en los grados, y del 88% al 92% en los master (también se produce una reducción de los abandonos en primer curso). Aseguran que esta mejora no se produce por una rebaja del nivel sino por una mejora en el método de enseñanza y en el acompañamiento del estudiante. Entre los puntos débiles de las universidades públicas catalanas, apuntan que queda trabajo por hacer en la tutorización y seguimiento de los estudiantes.

Alumnos más internacionales y con más prácticas

También se da una gran importancia a la estancias académicas de alumnos en el extranjero, que cubren casi al 20% del total, el objetivo establecido por la UE. Desde la ACUP se ve muy positivamente que han ido creciendo los estudiantes que hacen prácticas profesionales en empresas e instituciones. Además, se ha destacado que en los últimos años se han multiplicado los programas universitarios de formación fuera de los alumnos habituales, como los cursos destinados a personas mayores, los programas "a medida" hechos para empresas, o las actividades destinadas a otros públicos (que se prevé que crezcan en los próximos años). El porcentaje de mujeres entre el nuevo alumnado se eleva al 55%.

La universidad como bien público

Josep Pallarès Marzal, director general de Planificación en el Ámbito de Universidades e Investigación de la Generalitat ha apuntado que Catalunya dispone de un "sistema universitario maduro, de una alta calidad", y ha añadido que es "comparable al de muchos países que tienen mayor presupuesto". Ha afirmado que es muy positivo el incremento de la financiación universitaria en los últimos años y ha añadido que espera que en los años a venir todavía crezca. Pallarès se ha vanagloriado de que Catalunya es un país con un alto porcentaje de ciudadanos que han pasado por la universidad, gracias a la tarea del sistema público de universidades, y ha resaltado la función de la educación como bien público.