El rector de la Universitat de Barcelona (UB), Joan Elias, en su habitual reunión anual con la prensa, ha explicado la situación general de la UB, y ha insistido en el problema de financiación que hace tiempo que denuncia. Ha definido la situación como crítica, y ha afirmado que si la Generalitat no da un paso adelante para incorporar más partidas a los presupuestos, la UB podría sufrir graves consecuencias.

"No podemos esperar más"

El rector afirma que los buenos niveles de docencia actuales están en peligro ante los problemas económicos, y ha dejado claro que la financiación de las universidades públicas catalanas todavía está por debajo del de antes de la crisis. Si se elevaba a 908.000 millones en 2009, en 2017 era sólo de 766.000. Elias denuncia que la rebaja de financiación ha sido especialmente dura para la UB (una universidad que tiene unas infraestructuras muy grandes y muy viejas, que hay que actualizar mediante un plan de inversiones). Y explica que el coste de la rebaja de financiación ha derivado en las familias, "y eso se tiene que revertir", explica el rector. "No podemos esperar más. Estamos en un momento crítico. O mantenemos el liderazgo, o pasaremos a una posición de tercera y cuarta fila en el sistema universitario". Explica que hay otros sistemas universitarios que están avanzando más rápidamente. "Hemos tocado hueso", afirma, y apunta que hay peligro de que haya afectaciones graves a la docencia por problemas de instalaciones, laboratorios... Habla de problemas para tener conexión de Wifi, de ordenadores en los despachos en condiciones penosas, de redes con problemas de ciberseguridad... "Necesitamos recursos para mantener la calidad", explica...

Reclamación de recursos

"No hay voluntad política" sentencia Elias, ante la situación que se vive en la universidad, y lo argumenta apelante a los presupuestos: "el ABC de la política no son las declaraciones, sino los presupuestos, y los presupuestos hasta ahora no nos han dado recursos". "Las universidades no son una prioridad, ni para el gobierno de la Generalitat, ni para el del Estado", denuncia Elias, aunque haya proclamas en sentido contrario. En el Parlament todos los grupos parlamentarios estuvieron de acuerdo en qué se necesitaban más recursos para las universidades, pero "las promesas no se materializan en una financiación correcta", advierte. Las universidades públicas pidieron un presupuesto de 900 millones de euros en el presupuesto de 2020, más 100 millones más para el mantenimiento de instalaciones (el Plan de Inversión Universitaria). Pero alerta de que en el borrador de presupuestos que circula no hay avances en la financiación universitaria. No tiene claro ni que incorporen fondos para la rebaja de tasas, una de las prioridades de las universidades públicas. Cree que sería grave que se dictara un recorte de tasas sin compensar económicamente a las universidades, lo que obligaría a hacer graves recortes en otros campos. A pesar de todo, el rector no ha apuntado ningún tipo de medidas de presión contra el gobierno, "por el momento", "tenemos que acabar de evaluarlo entre los rectores". "Somos gente de orden", apunta Elias, que no parece partidario de una movilización general de universitarios.

Vivir de rentas

La crisis de la Universitat de Barcelona podría estallar en breve, aunque las puntuaciones a los rankings son muy buenas, seguns Elias. "Estamos viviendo del gran boom de la UB", explica, y menciona sobre todo la tarea del rector Bricall, con la apuesta por la investigación y por la apertura en Europa. Explica que la institución vive de rentas sobre lo que se hizo entonces, pero que no ha habido relevo generacional para los investigadores sénior que ahora se están jubilando. Explica que países como Corea o Alemania están invirtiendo mucho más en investigación y en universidades, y que los resultados de esta política son muy buenos, pero en cambio, "nuestros resultados no crecen al mismo ritmo". Elias apunta incluso que se corre el riesgo de que alguna universidad española les pase por delante "si las instituciones locales y autonómicas el dan un apoyo decidido".

Reunión con ruido de fondo

Mientras se desarrollaba la reunión con el rector, en el Patio de Ciencias de la sede central de la UB, se oía el ruido de fondo de una ruidosa manifestación de las personas que trabajan en la UB con contratos predoctorales, que reclaman que se les paguen unos aumentos de salarios. El rector Elias ha asegurado que se les pagará muy pronto lo que les corresponde, pero que las cantidades se tienen que estudiar, porque hay muchos tipos de contratos diferentes y las cuantías a abonar no son iguales para todos. En cambio, se ha mostrado firme en la decisión de no prolongar estos contratos (que suelen ser por tres años) a un cuarto año. Afirma que no se dispone de los 8 millones que costaría esta medida, y apunta que si hubiera una prórroga de estos contratos, su coste tendría que ir a cargo de la Generalitat o del gobierno de Madrid. Elias, a pesar de todo, reconoce que los contratados predoctorales (los anteriormente considerados "becarios") tienen toda la razón de quejarse. Y no son los únicos. Elias es claro al afirmar que "tendrían que aumentar los sueldos a las categorías más bajas de la universidad, como los asociados o algunos miembros del PAS. Están cobrando unos sueldos que no son dignos por el trabajo que hacen". De hecho, ha agradecido al personal de la UB por su dedicación pese a sus bajas retribuciones, y ha apuntado que "si la UB es líder es gracias a ellos". Pero también argumenta que sin una financiación justa no se podrá resolver este problema laboral. Se excusa apuntando que su prioridad ha sido revertir "los problemas heredados de la crisis". Afirma que lo ha conseguido parcialmente: "Hemos sacado muchísimas plazas de lector, y muchas de agregado, en una apuesta decidida para incrementar el número de personal docente". Su objetivo es evitar la fuga de talentos que ha sido durísima, por la falta de reposición de los profesores que se jubilaban: "Tenemos que recuperar el talento que se marchó". Elias también ha asegurado que se había intentado luchar por frenar la precariedad del personal. Ha afirmado que ha potenciado la colaboración con empresas privadas con el fin de financiar actividades y proyectos de la UB, pero reconoce que las aportaciones del apoyo privado son poco relevantes a nivel global.

Buena valoración, por ahora

El rector Elias ha presumido de que en el ranking de universidades de Shanghái, el más fiable de todos, la UB es líder en el Estado español, situándose en la posición 160 del mundo. En algunas facultades, como Medicina, se sitúa entre las 100 mejores del mundo. Añade que esta universidad está en las principales redes de investigación europeas: "Somos un referente europeo", asegura. También ha afirmado que cada vez un porcentaje más alto de alumnos con notas ejemplares de selectividad, escogen la UB como universidad de destino. Pero afirma que eso se puede revertir muy pronto si no hay un apoyo económico decisivo de la Generalitat: "Lo que estamos pidiendo no es nada para el Govern de la Generalitat", apunta a Elias, que asegura que es una cantidad irrisoria para los presupuestos catalanes.

Problemas con las elecciones

Elias, además, se muestra preocupado por el bloqueo de la política española. Buena parte de las acciones de investigación se financian con presupuestos de Madrid o de Europa, y es posible que no se puedan implementar nuevas iniciativas en este campo con un gobierno con funciones.