La editorial La Campana ha reeditado Tor. Tretze cases i tres morts, el libro de Carles Porta que explica el conflicto vivido en el pueblo de Tor por la posesión de la montaña. Una historia que acabó con la muerte de tres personas en esta aldea de trece casas, de aspecto idílico, cerca de las cumbres del Pirineo. Dentro de pocos días se cumplirán 20 años de la emisión en el 30 minuts de Tor, la muntanya maleïda, el documental de Porta que estuvo en el origen del libro. En 2005, con la información compilada para el documental, y los datos que había obtenido posteriormente, Carles Porta publicó una obra emblemática de la no ficción catalana. Una historia de odios, de violencia, de envidias y de inquinas que presenta la visión más negra de Catalunya.

La historia más negra

Tor es una aldea de los Pallars Sobirà situado en el término de Alins, en la frontera con Andorra. En 1896 los vecinos de las 13 casas registraron la Sociedad de Condueños, con el fin de gestionar de forma conjunta la montaña que había en la zona fronteriza, usada básicamente para pastos. Los estatutos de la Sociedad fijaban que para tener derecho a la propiedad de la montaña de Tor hacía falta residir permanentemente en Tor. Hace muchos años que los 13 signatarios murieron. En 1996, cuando Carles Porta empezó su investigación, en Tor no vivía nadie permanentemente: todos los vecinos pasaban el invierno fuera de la aldea. Y la montaña ya no se dedicaba básicamente a los pastos: era una zona donde había mucho contrabando, especialmente de tabaco procedente de Andorra, aprovechando que esta parte de la frontera estaba poco vigilada. Además, había el proyecto de construir unas grandes pistas de esquí que conectaran el territorio catalán con el andorrano. El valor de la montaña, pues, se había multiplicado. Y las ambiciones, envidias y rencores también. Varios personajes turbios de fuera de la zona empezaron a aparecer en Tor para intentar sacar provecho de la montaña. En 1980 dos leñadores que hacían de guardaespaldas de Jordi Riba Segalàs, Palanca, uno de los dos prohombres locales, eran asesinados. En 1995 fue el otro cacique de la montaña, Josep Montañé, Sansa, el que murió asesinado. Hacía sólo cinco meses que el juez lo había declarado único propietario de la montaña de Tor.

Carles Porta

Carles Porta es periodista de formación y durante algunos años se especializó en la cobertura de conflictos bélicos: estuvo en Bosnia, en Ruanda, en Kosovo... Pero es conocido, sobre todo, por su trayectoria como director y como productor cinematográfico, y por sus trabajos como periodista de sucesos. Como director de cine, el año pasado estrenó la película Segundo origen, inspirada en el Mecanuscrito del segundo origen de Manuel de Pedrolo. Su último libro, basado en investigaciones periodísticas, es Li deien pare, el seguimiento del caso del pederasta de Castelldans (Les Garrigues), un hombre que abusaba de los menores que tutelaba como familia de acogida.

Un libro que no pasa

El documental y el libro de Carles Porta pusieron de moda Tor. Mucha gente empezó a visitar la aldea e incluso hay una "Ruta de los Contrabandistas" que pasa por este pueblo. Probablemente, a estas alturas alguno de los protagonistas de la historia ya habrá muerto. No importa mucho, porque Tor no nos habla sólo de un pueblecito único de los Pirineos, sino de unas pasiones universales: la codicia, la ira, la envidia... Hacer confluir todas estas pasiones en un universo tan pequeño como Tor es convertir este pueblecito en una olla a presión, donde el crimen acaba siendo la salida evidente. Por eso Tor, tretze cases i tres morts, hoy, sigue despertando pasiones y leyéndose como una novela. Porque a través de un rincón de la montaña catalana explica los aspectos más oscuros del alma humana.