Hace unos días salía en venta, en catalán y en castellano, Todo esto te daré, de Dolores Redondo, el libro que ganó, hace un mes, el Premio Planeta. Se trata de un thriller cuya acción se sitúa en la Ribeira Sacra. La historia de un hombre que se entera de que su marido ha muerto en un accidente de tráfico en Galicia, cuando él suponía que estaba en Barcelona. El viudo viaja a Galicia donde se encuentra con una realidad que desconocía completamente: un reducto aristocrático, homófobo, clasista... Frente a este mundo cerrado intentará averiguar los secretos de la vida y de la muerte de su marido y se llevará muchas sorpresas.

La Ribeira Sacra

Redondo hasta ahora era conocida, sobre todo, por su Trilogía del Batzán (2013-2014), una obra con protagonismo femenino, con presencias de seres misteriosos y con la trama situada en Navarra. Todo esto te daré es una obra bien diferente: con protagonistas masculinos (a pesar de que con un relevante papel femenino), sin fantasmas ni meigas, y ubicada en la Ribeira Sacra de Galicia. Este territorio se convierte en un verdadero coprotagonista de la obra, en la que hay menciones a su arquitectura, a su gastronomía, a su narcotráfico, a sus viñas, a su vino, a su gente y, sobre todo, a sus paisajes. Redondo confesó, en la entrega del premio Planeta, que se había sentido fascinada por este paisaje, y en Todo esto te daré refleja su visión maravillada sobre un paisaje domesticado mediante la dura tarea de sus habitantes.

¿Galicia conservadora?

Toda la trama de la obra descansa sobre las especiales características del palacio das Grileiras y del microcosmos que allí se desarrolla: una familia obsesionada con el buen nombre, que se mantiene al margen de sus subordinados, que trata de ocultar terribles secretos al precio que sea... El problema es que las características de esta sociedad son muy extremadas, casi caricaturescas. Parecen más propias de una novela decimonónica de Pérez Galdós que de una novela negra que refleja la realidad gallega actual. El misterio del personaje central y de su familia se basa siempre en el ambiente clasista y autoritario del palacio, que es excesivamente prototípico. Redondo incluso recurre al estereotipado personaje del cura católico atípico y comprensivo. Una construcción literaria artificiosa, que tan sólo se sostiene por la buena organización de una trama en que el ritmo fluye maravillosamente, pese a la obvia longitud excesiva de la historia.

Casi negra

El portavoz del jurado del premio Planeta, el día de la concesión, constataba que muchos de los manuscritos presentados al concurso tenían elementos de novela negra, como la misma obra ganadora. Después de unas décadas en que la novela policíaca formaba parte de los "géneros" de segunda categoría, parece ser que la novela negra ha sido revalorizada, e incluso fagocitada por otros géneros. Todo esto te daré empieza con una escena típica de novela negra: las llamadas contundentes de los policías a la puerta de una casa. Y se cierra como una clásica novela negra: con la identificación del asesino. Pero entre el inicio y el final, la novela contiene muchas otras cosas: es una historia de amor, habla de la construcción de una amistad, hace una dura crítica social a la vieja aristocracia, y tiene un punto de denuncia hacia diferentes injusticias (los maltratos a los animales, la violencia de género, el abandono a las personas mayores, la homofobia...). Muchos elementos conjugados en una sola obra que acaban encontrando su lugar en un demasiado prototípico final feliz.

¿Eficacia probada?

El día 15 de octubre, a última hora de la noche, el jurado del premio Planeta daba su veredicto, en el edificio del Palau de Congressos de la Diagonal de Barcelona. Un mes más tarde ya estaba impreso el libro, no sólo en su edición castellana, sino también en su edición catalana, de 625 páginas. Eso nos hace pensar que la editorial Planeta tiene un equipo magnífico de traductores, correctores, maquetadores e impresores que trabajan a un ritmo absolutamente excepcional y que son capaces de editar sus libros en un tiempo récord. Pero también puede haber quien sospeche que la editorial Planeta, sencillamente, tenía el premio decidido desde mucho antes de la deliberación del jurado. Y que los centenares de personas que el 15 de octubre llenaban el Palacio de Congresos, encabezados por el Rey, la Reina, el presidente de la Generalitat, el conseller de Cultura y lo mejor de la intelectualidad local, en el fondo estaban haciendo el ridículo porque la decisión ya se había tomado hacía tiempo.

¿El mejor de entre 552?

En realidad, es increíble que los ocho miembros del jurado tuvieran capacidad para valorar 552 manuscritos en cuatro meses (para que cada texto fuera revisado por un mínimo de dos miembros del jurado, cada uno de estos tendría que haberse leído 138 manuscritos, se supone que en sus tiempos libres, pues todos ellos son conocidos para ser gente muy ocupada). Y si bien, Todo esto te daré es una novela correcta, entretenida y bien estructurada, no parece una obra que valga 601.000 euros. Pero el Premio Planeta, además de ser el mejor dotado de los que premian la literatura en lengua española, es una magnífica operación de marketing. Y, sin duda, la novela de Dolores Redondo figurará en los próximos meses en todas las listas de los más vendidos.