Escritor de éxito desde los veinte y pocos años y apóstol de un nuevo periodismo, padre de la novela de no ficción, icono cultural y celebridad amada por la cámara de los fotógrafos, invitado imprescindible a las mejores fiestas, confidente de la alta sociedad... Truman Capote (Nueva Orleans, 1924-Los Ángeles, 1984) lo llegó a ser todo en el Nueva York de su tiempo. Pero con la publicación de los primeros fragmentos de Plegarias atendidas la que tenía que ser su gran novela, donde dejaba vislumbrar algunas de las vergüenzas más inconfesables y de los chismorreos más privados de la beautiful people que hasta entonces había frecuentado, las puertas de las grandes mansiones de Nueva York donde había triunfado con su histrionismo y su lengua afilada se cerraron y los teléfonos dejaron de sonar.

The Capote Tapes, el documental dirigido por Ebs Burnough, ex asesor de la primera dama Michelle Obama, y estrenado a Filmen, gira en torno a la novela inédita del autor de A sangre fría, para trazar el ascenso, reinado y caída a los infiernos de aquel niño amanerado, más bien enclenque y bajito nacido bien lejos de una gran ciudad donde reinó a fuerza de talento, ingenio,  brillantez y una máscara que se creó para superar todos los contratiempos de una vida aparentemente nada fácil. Hijo del Sur de los Estados Unidos de la época más dura –su mejor amiga era Harper Lee, autora de Matar un ruiseñor había sido criado por unas tías, después de que su madre se desentendiera.

Una madre que soñó al ascender socialmente a Nueva York, casándose con el señor Capote, de quien Truman tomaría el nombre, renunciando al Persons paterno, pero que se acabaría suicidando cuando el hijo, que había empezado como chico de los encargos en The New Yorker, empezaba su carrera de éxito, con Otras voces, otros ámbitos, una obra de cariz autobiográfico abiertamente gay en tiempo de armarios bien cerrado. Esta madre ausente, de alguna manera, inspiraría a Holly Golightly, la protagonista de Desdejuni en can Tiffany's, para siempre inmortal gracias a Audrey Hepburn.

The Capote Tapes Filmin

Plegarias atendidas: una venganza contra la alta sociedad de Nueva York

Quien sabe si todas estas frustraciones personales y familiares hacia los triunfadores, los que lo habían tenido siempre todo hecho, los ricos de cuna y los dueños de la ciudad, fueron detrás de la venganza urdida por el escritor contra sus antiguos amigos, los ricos y famosos de la Gran Manzana. Una venganza, sin embargo, que no supo calcular bien y que lo dejaría sol y desamparat. O quizás es que estaba condenado a hacer daño a los que había amado. En este sentido, el documental también hace referencia a la turbia y equívoca relación con Perry Smith, uno de los asesinos de la familia Clutter, que le sirvió para escribir su obra maestra, A sangre fría, pero a quienes acabó deseando que ahorcaran para poder acabar un libro, escrito en parte en Palamós.

Fuera como fuera, las damas de las grandes familias –sus cisnes, como las llamaba– que hasta entonces habían buscado su compañía y complicidad, ofendidas le retiraron la palabra y se convirtió en una paria social en plena decadencia, que se arrastraría de plató en plató, cada vez más alcoholizado, pero asegurando que acabaría una novela "póstuma" que bien él acabaría o bien sería ella que acabaría con él. El cierto es que el destino final del manuscrito de Plegarias atendidas sigue siendo un misterio. Como los de la mítica película Un cadáver en los postres, la sátira sobre el mundo de los detectives escrita por Neil Simon, que Truman Capote protagonizó... como víctima.

El documental reconstruye, gracias a las entrevistas a amigos, enemigos y colegas de Capote –de Lauren Bacall en Normal Mailer– grabadas en cintas magnetofónicas por George Plimpton, animaciones y nuevas a conversaciones con personas que lo trataron de cerca o que conocen su obra, trazar el retrato tras la máscara, perfectamente creada y escogida, del anfitrión del baile de máscaras más memorable de la historia de la ciudad de Nueva York. Alguien que desde que era un crío de Alabama buscó ser querido y a menudo sólo consiguió ser una especie de bufón para el disfrute de los otros. Entre las nuevas caras que aporta el documental de uno de los escritores más brillantes de la literatura americana, la que aporta Kathy Harrington, hija de uno de sus últimos amantes, a quien ahijó e introdujo en sociedad.