El Museu d'Història de Catalunya ofrece, hasta el 22 de mayo, la exposición T'estimo. Una història de l'amor i del matrimoni. Se trata de un recorrido por la historia del amor y el matrimonio, que se inicia en el tiempo de los griegos y los romanos y se cierra en los tiempos actuales. El objetivo es visualizar cómo las percepciones del amor y del matrimonio han ido variando a lo largo del tiempo, y cómo las articulaciones entre ambos no han sido siempre iguales. La exposición recurre a diferentes tipos de materiales con el fin de mostrar las evoluciones del amor y del matrimonio: piezas etnográficas, fotografías, esculturas, películas, fotografías, grabaciones de audio...

Del amor clásico al amor cristiano

Los dos primeros espacios se concentran en contraponer el amor clásico con el amor cristiano. La permisividad de griegos y romanos hacia las relaciones sexuales extramatrimoniales se ilustra con obras artísticas clásicas cargadas de erotismo y con referencias a la mitología grecorromana. Pero frente a la idea clásica de separación entre la institución matrimonial y la vida sexual, la exposición nos pone de manifiesto los cambios introducidos por el cristianismo, que implicaba el matrimonio como sacramento, pero también como instrumento de control social.

El amor cortés

Como tránsito entre el amor del cristianismo y el amor en tiempos recientes, un sólo apartado: el referente al amor cortés. Grabaciones de canciones de trovadores y piezas artísticas ilustradas con imágenes de amor cortés, se completan con una pieza espectacular: un ejemplar magníficamente ilustrado del Romant de la Rose, una novela francesa medieval sobre el tema de los amores galantes.

El contraste: campesino y romántico

Un apartado, ilustrado básicamente con materiales etnográficos, nos traslada al siglo XIX y principios del XX y nos muestra el matrimonio rural como una estrategia económica y de alianzas familiares, que tiene muy poco que ver con el amor, tal y como se entiende hoy. Como contraste, se nos presenta en otro espacio el amor romántico, nacido en el siglo XIX entre las clases altas; toda otra visión de la sexualidad y del amor. Es la parte más extensa de la exposición, con una interesante colección de fotografías de bodas y un apunte sobre el cuestionamiento del modelo imperante por parte de algunos movimientos revolucionarios. Para destacar la doble moral relacionada con el tema, la exposición dedica un pequeño espacio cerrado, semiescondido, a la prostitución, con algunas de las piezas más curiosas y sorprendentes de la exposición: desde fichas de prostíbulos, y tarjetas de visita de prostitutas, hasta unas magníficas puertas y ventanas con dibujos eróticos del más famoso meublé de Barcelona: la Casita Blanca.

El amor en la actualidad

El último espacio, está separado del resto de la exposición por una proyección sobre una cortina que divide en dos, drásticamente, la muestra. Está destinado a los "Amores de hoy, amores plurales", donde se pone énfasis en la diversificación de las relaciones afectivas y sexuales en los últimos lustros, después de la revolución sexual que desvinculó sexualidad y reproducción. En el último espacio, mediante testimonios diversos y estadísticas de diferente tipo, se intenta presentar diferentes tipos de relación: desde el matrimonio homosexual a las parejas abiertas... Y se cierra la exposición con una muestra de diez parejas famosas en la historia de la humanidad, que va desde Tristán e Isolda, hasta Oscard Wilde y lord Alfred Douglas, pasando por Tirant lo Blanc y Carmesina.

Éxito final

Sin duda el tramo que genera más complicidades entre los visitantes es el pasadizo final, destinado a que cada uno de los visitantes exponga todo aquello que le parezca conveniente sobre el amor. Basta con unas cuantas cuerdas, unas pinzas y unos papelitos de colores donde cada uno puede poner su opinión sobre el amor. Mensajes en todas las lenguas del mundo llenan las cuerdas: parece ser que pocos visitantes se resisten a dejar su opinión. Las visiones sobre el amor son bien diversas, desde las que reflejan relaciones tranquilas y reposadas: "Amor es saber que siempre estarás a mi lado", hasta los que desprenden la pasión más arrebatada: "Amor es la locura de estar dentro de ti". Y evidentemente no faltan los corazones atravesados por una flecha con dos nombres (catalanes, castellanos, ingleses, suecos o hindúes). Pero el más obvio y el más presente, es sin duda, el mensaje más clásico: "Amor eres tú".

Ambición desbordante

La exposición trata de abordar dos temas muy amplios: el amor y el matrimonio a lo largo de 20 siglos de historia. Un planteamiento muy ambicioso. Y, obviamente, ante tanta ambición era difícil equilibrar los temas: no acaba de quedar claro por qué se destina todo un apartado al amor cortés, un fenómeno corto en el tiempo y que sólo afectó a ciertas clases sociales, ni tampoco es muy fácil justificar la elección de diez parejas para el espacio "El jardín del amor". También era difícil ofrecer materiales relevantes sobre todos los temas. Algunos espacios disfrutan de piezas magníficas, bastante vistosas, como las referentes a la revolución sexual. Otras son mucho menos atractivas, como las referentes al matrimonio cristiano, o carecen de ritmo, como los largos cortes de películas de Hollywood sobre el amor romántico o los interminables fragmentos de canciones trobadorescas. El desafío generado por tanta ambición, finalmente no es superado: la sensación final es de superficialidad. Es muy fácil salir de la exposición sin haber aprendido nada nuevo sobre un tema tan amplio como el amor y el matrimonio.