La editorial Albí ha publicado La tierra sagna. L'1 d'octubre dels poetes. 106 poemes per la llibertat, una antología de textos poéticos dedicados al referéndum. Lo más impactante es que entre los autores figuran algunos de los más destacados poetas catalanes: Enric Casasses, David Jou, Marta Pessarrodona, Ponç Pons, Olga Xirinacs, Eva Baltasar, Víctor Obiols, Josep Pedrals, David Castillo, Celldoni Fonoll, Francesc Gelonch... Algunos de los pesos pesados de la poesía catalana se suman a este libro que se plantea como un homenaje a Roger Español. Y casi todos ellos lo hacen con poemas inéditos, que sólo podemos encontrar en esta publicación. A pesar de todo, los editores han querido colocar a los poetas en pie de igualdad y han sido ordenados por estricto criterio alfabético.
Resistencia en los colegios
El elemento dominante de estos poemas es, sin duda, el canto a la resistencia. Lo expresa claramente Josep-Francesc Delgado en "La urna y la chispa":
Has robado la urna
pero nunca podrás robar
de la mente el pensamiento;
del corazón, la chispa".
La fuerza de un pueblo
Muchos de los poemas son un grito a la fuerza de la gente en aquella jornada. El poema de Eva Baltasar, "Eso que hacemos crecer", acaba así:
"Eso que hacemos crecer tan azul es un bosque
llevamos en él la sangre del águila y el dragón
del verraco y de los leños de los monstruos defensores
de cada pico y playa de cada pequeño castillo
no hay remanso no hay tope no hay temor
eso que crece ahora y aquí es mucho más fuerte".
El dolor
Pero sin duda la marca de la represión sufrida después del 1 de octubre ha dejado un impacto fuerte. Y en muchos poemas más que el triunfalismo predomina la amargura. Hermínia Mas escribe "Quería hablar de la alegría de votar, pero tengo que hablar del miedo". Y Josep Pedrals muestra su indignación por la represión en su poema "Estado de derecho":
"La ley me espera tras de una puerta
y los carceleros la van cambiando de sitio
para que no vea escapatoria
y acate la arbitrariedad del juego.
Pendiente de esta ley fantasmagórica
que, servicial y urgente, no está exactamente en ningún sitio
y está justo donde les interesa a aquellos que me rodean
con sus decretos que rodean como un fuego".
La luz al final del túnel
Pese a todo, algunos poetas quieren dar un grito de esperanza, como Antònia Vicens, con un texto dedicado a los Jordis:
"Maliciosos nos quieren verter
a un silencio rojo
a una noche de niebla eterna no saben
que tenemos un huevo
antiguo de palabras que
constantemente
genera agua y estrellas
para la esperanza".