Ivana Siric tiene 14 años y le queda todo un verano por delante, después será asesinada. Magdalena Blažević, autora bosnia, construye una historia llena de belleza y dolor, donde la naturaleza nos cautiva y nos sumerge en la guerra de los Balcanes durante el verano de 1993. Más ligera en su forma que en su lenguaje y en su argumento, está narrada por la protagonista y nos brinda una mirada pura para conectarnos con el mundo de la niña, la víctima. El uso de la primera persona, como si se tratara de un diario, no es novedoso en las novelas sobre conflictos, pero el detenimiento, a veces imprescindible para imaginarnos el espacio, dota a la prosa de riqueza y da profundidad a los personajes. El lenguaje hace de este texto una joya poética, no así la trama, desconectada a veces y rasgo de un diario adolescente; pero volviendo a la voz, una voz fantástica, representa la memoria lírica de su tragedia personal, también la de su pueblo. Las imágenes poéticas del bosque, del río Bosna o de sus animales son delicadas a la vez que inquietantes. Las palabras acarician constantemente la prosa y aterciopelan el miedo, es un manifiesto antibelicista, un recordatorio de lo que no tendría que volver a pasar.

En el prólogo, Jordi Cumplido, historiador manresano, residente en Belgrado, traduce y contextualiza el hecho real en el que está basada. Cumplido nos advierte de una realidad dura y que ha dejado miles de experiencias enterradas en recortes de prensa o en la memoria de los habitantes atravesados por la amnesia producida por el terror. La autora ya había iniciado este desbloqueo de recuerdos con una recopilación de testimonios de mujeres bosnias del mundo rural bajo el título de Svetkovina (2020), unas voces imprescindibles para entender el pasado, pero sobre todo la configuración de la sociedad actual. Y es que tan solo han pasado 30 años del conflicto que incendió el corazón de Europa y que, tristemente, dejó brasas muy vivas hasta hoy.

final estiu

No es tan común encontrar voces narrativas, sobre todo de mujeres rurales, del conflicto bélico de los Balcanes. Se han escrito multitud de ensayos políticos, periodísticos, filmado documentales o entrevistas, pero la ficción del conflicto, desde el punto de vista de las víctimas, es muy reciente. Autoras como la serbobosnia Lana Bastašić y su novela Atrapa a la liebre (Navona, 2020), finalista del premio NIN y premio Europeo de Literatura por Bosnia, nos enseña, junto a Blažević, cómo las niñas que crecieron en medio del conflicto están emprendiendo un importante camino de reparación. A ambas las están señalando actualmente como las voces literarias más importantes de los Balcanes, una responsabilidad un tanto arrolladora ya que existen decenas —sino centenares— de firmas que han relatado este complejo territorio durante años: Izet Sarajlić, Faruk Šehić, Slavenka Drakulić o Zlata Filipović, entre muchísimas otras.

Las palabras acarician constantemente  la prosa y aterciopelan el miedo, es un manifiesto antibelicista, un recordatorio de lo que no tendría que volver a pasar

A finals d’estiu, premio TPortal 2023, editada por L’Agulla Daurada bajo el paraguas de la comunidad KULT, es un texto escrito por una persona que claramente ha sobrevivido al terror y que con la belleza ha podido relatar su experiencia. Veamos cómo continúa la carrera literaria de esta poeta, porque seguro que nos traerá grandes relatos y nos brindará metáforas y reflexiones llenas de belleza. Los amantes de la poesía disfrutarán con los pasajes oníricos entre manzanos y de la valentía de quien mira a los ojos de la guerra para decirle: “Nunca más”.