El catalán tiene bastante sufijos. Hoy hablaremos del sufijo -era (en femenino), que, añadido a verbos, da nombres para indicar que alguien tiene deseo de realizar esa actividad. Seguramente las palabras que se os ocurren tienen que ver con expulsar restos de comida de dentro del cuerpo humano: pixera 'ganas de mear' (a partir de pixar 'mear'), caguera (también cagalera) 'ganas de cagar' y vomitera o bossera 'ganas de vomitar'.

En las Baleares este sufijo se utiliza un montón. Así, como allí se usa mucho el verbo xerrar 'hablar' (pueden llegar a decir Aquell sap xerrar rus), cuando alguien tiene muchas ganas de contar cosas se dice que tiene xerrera o parlera. Francesc de Borja Moll, en su Gramàtica catalana referida especialment a les Illes Balears (1968, página 234), lleva un acervo de ejemplos: mengera 'deseo de comer' (Després d'anar a sa platja, a sa gent li ve mengera), badallera 'ganas de bostezar' (a partir de badallar 'bostezar': M'és vinguda una badallera que no puc aturar-me de badallar!), gratera 'ganas de rascarse' (a partir de gratar 'rascar'), fumera 'deseo de fumar', passegera 'deseo de pasear', casera 'deseo de casarse', correguera 'ganas de correr', escriguera 'deseo de escribir'. Moll incluso indica que, si parece que no va a llover durante varios días, se dice Aquest temps no té ploguera! Y cuando dos jovencitos quieren estar juntos porque se agradan, tradicionalmente se ha dicho festejar; por eso el Diccionari català-valencià-balear lleva esta canción popular mallorquina: Que és de mal, tenir fumera i haver de fumar es canó! —Pitjor és tenir festegera i no tenir festejador.

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Más ejemplos: tossiguera 'ganas de toser' (se dice mucho en balear), estornudera 'ganas de estornudar', juguera o joguera 'deseo de jugar' (Quina juguera tenen, aquests nens!), netegera 'deseo de limpiar' (a partir de netejar 'limpiar': Ara t'ha vingut netegera!?), cantera 'deseo de cantar', ballera ' deseo de bailar', bufera 'deseo de soplar' (a partir de bufar 'soplar'), caminera 'deseo de caminar', riolera o riallera 'deseo de reir' (M'ha vingut una riallera enorme quan m'han explicat això) y uno que mucha gente utiliza: plorera 'ganss de llorar' (a partir de plorar 'llorar': Quan ha recordat aquell moment tan emocionant li ha vingut plorera).

La ironía, que no falte

Este sufijo permite decir cosas que, si uno tuviera que decirlas directamente, sonarían impositivas. Veamos el verbo vagar, que significa 'tener tiempo o deseo de hacer algo' (Quan endreçaràs el garatge? —Ara no em vaga... —I quan et vagarà de fer-ho!? '¿Cuándo asearás el garaje? —Ahora no me apetece... —¿Y cuándo va a apetecerte!?). Carles Riera, en su libro El parlar de l'Alta Segarra (2021, páginas 160 y 173) cuenta que, en esta región, cuando alguien afirma que no le apetece hacer algo, le responden Doncs posa-hi vaguera! '¡Pues échale ganas!' (la traducción al castellano pierde matices). A veces este sufijo no se añade al verbo que indica la acción que uno quiere hacer, sino a lo que provoca ese deseo. Así, según Eugeni S. Reig (en el libro Valencià en perill d'extinció, 1999, página 617) en las comarcas centrales valencianas se dice soneguera para indicar 'sueño' (también puede decirse sonillera). Igualmente, como uno de los significados del verbo trempar es 'tener una erección del miembro viril', el nombre trempera significa, aplicado a un hombre, 'erección del miembro viril'.