"Tenéis que reíros hacia afuera, como si no fuéramos catalanes". No hay nada que odie más que alguien que me obligue a reír, sea catalán, español, canadiense o coreano, cuando no me apetece. De hecho, no hay nada que odie más que me obliguen a hacer cosas cuando no tengo ganas. Me dicen que es el animador: gorra, gafas de pasta con cristales azules, bigote, tatuajes... Un moderno de Barcelona (nota mental: estás criticando a alguien que podría ser tu doble en una escena de acción). Se presenta como Cai Capdevila ("el puto amo de mi pueblo"). Lo busco en Google, pero no encuentro nada. Quizá sea... ¿Kai Capdevila?. ¿Call Capdevila...? Imagino que es una pieza necesaria en el engranaje del rodaje en directo y con público de una sitcom: parece divertido, pero tienes que pasarte tres o cuatro horas sentado en unas gradas bastante incómodas viendo cómo se ruedan y se vuelven a rodar todas las escenas hasta que queda bien el capítulo que, al final, no durará más de media hora. Alguien tiene que mantener el espíritu alegre del público, y ese trabajo sucio le ha tocado al “puto amo de su pueblo”. "Tenéis que reíros hacia afuera, como si no fuéramos catalanes". Y me río. Me río mucho. El cabrón tiene gracia.

Presentació nueva serie Dani de la Orden, La Casa Nostra, 3CAT / Foto: Carlos Baglietto
Oriol Pérez y Dani de la Orden, directores de La casa nostra / Foto: Carlos Baglietto

Los platos aún están sucios

Son las cinco y media de la tarde del martes 20 de mayo (hoy hace años que el Barça ganó su primera Copa de Europa, siempre es bonito recordar esta efeméride). Se abren las puertas de la nave industrial situada en el número 19 de la calle Espigolera de Sant Just Desvern. El público va entrando. Llevan una bolsa de obsequios de los patrocinadores de la serie, que les han dado a la entrada: una bolsa de palomitas, un bizcocho de chocolate, una botella de agua... Un kit de supervivencia para la larga jornada de grabación del segundo capítulo de La casa nostra, la sitcom que Dani de la Orden está dirigiendo para 3Cat. La primera sitcom de la cadena pública, nos venden, desde Plats Bruts (aunque el eslogan no es estrictamente cierto: Jet Lag, por ejemplo, se estrenó dos años después de la icónica serie de Joel Joan y Jordi Sánchez). La nave reconvertida en plató parece una especie de línea de metro: a la derecha, las gradas que ponen a prueba la firmeza de la columna vertebral del público; a la izquierda, tres sets de rodaje diferentes, tres estaciones por las que desfilarán los actores a lo largo de la tarde, dependiendo de la escena que toque grabar. El primero es el piso de las chicas. El segundo, el piso de los chicos. El tercero, el bar. Todo muy Plats Bruts. Todo muy Friends. Todo muy Cómo conocí a vuestra madre.

La serie tiene ese componente atemporal, ya que, a través de la comedia, hablamos de temas como la precariedad laboral, la crisis de la vivienda o la eterna batalla entre generaciones

Dos horas antes del inicio del rodaje, se ha invitado a la prensa a mantener un breve encuentro con el reparto de la serie:  Marc Rius, Adrian Grösser, Paula Malia, Betsy Túrnez, Albert Ribalta, Llum Barrera y Nuria Casas, y sus creadores: los directores Dani de la Orden, que llega en silla de ruedas, y Oriol Pérez, y los guionistas Eduard Sola y Oriol Capel. Explica el realizador de La casa en flames que esta es una idea que comenzaron a trabajar con Sola justo después de terminar su primera película: Barcelona, nit d’estiu. “Pero la película funcionó y entonces nos propusieron hacer Barcelona, nit d’hivern”. Una década después, al sacar el guion del cajón, les ha sorprendido lo vigente que siguen siendo todas las situaciones que ya planteaban entonces: "La serie tiene ese componente atemporal, ya que, a través de la comedia, hablamos de temas como la precariedad laboral, la crisis de la vivienda o la eterna batalla entre generaciones".

Presentació nueva serie Dani de la Orden, La Casa Nostra, 3CAT / Foto: Carlos Baglietto
Los creadores de La casa nostra atendiendo a los medios de comunicación / Foto: Carlos Baglietto

La casa nostra tiene como protagonista a Miqui (Marc Rius), un periodista de treinta y muchos (con sueldo precario, evidentemente) al que su pareja, Ruth (Núria Casas), ha dejado y se ve obligado a compartir piso —un piso heredado de sus padres separados: Josep (Albert Ribalta) y Pilar (Llum Barrera)— con su mejor amigo, Èric. Un piso, puerta con puerta con el de las chicas: Berta (Paula Malia) y Candela (Betsy Túrnez); esta última, además, propietaria del bar donde se reúnen todos los personajes. El ingenuo, el trepa, la inocente antisocial, la hiperventilada... Roles de sitcom estereotipados pero infalibles. Todo muy Plats Bruts (les preguntamos si son ciertos los rumores que dicen que habrá cameos de los protagonistas de la histórica serie de TV3, pero se ríen y callan: interpretad esta respuesta no verbal como queráis). Todo muy Friends. Todo muy Cómo conocí a vuestra madre. "La casa nostra es una sitcom totalmente catalana", insisten sus creadores. "Las situaciones que recreamos interpelan nuestro día a día, nuestro entorno. Hacer una sitcom universal es ir hacia el fracaso. Nuestro público es el catalán".

Las situaciones que recreamos interpelan nuestro día a día, nuestro entorno. Hacer una sitcom universal es ir hacia el fracaso. Nuestro público es el catalán

Empieza el rodaje del segundo capítulo de La casa nostra, sitcom que se estrenará en algún momento del próximo otoño. Carlota, responsable de prensa de 3Cat, me pide que no cuente nada de lo que ocurra a partir de este momento. Y no, no haré spoilers. Pero visto lo que he visto, estoy convencido de que la serie va a petarlo bastante. Aunque estoy más convencido todavía de que lo petaría aún más si emitieran el show del puto amo de su pueblo. Con Capdevila las risas del público están garantizadas aunque los guionistas hayan tenido un mal día. Y eso que yo odio reír cuando me obligan.