Bruce Springsteen ha sido uno de los críticos más persistentes y contundentes de Donald Trump en la esfera pública norteamericana, combinando su activismo político y su compromiso con la justicia social con su influencia cultural y musical, que lo ha erigido en una voz influyente en la lucha por la igualdad y los derechos civiles. El icónico músico norteamericano es casi tan conocido por sus posturas progresistas como por sus canciones y, coincidiendo con el inicio de su gira Land of Hope and Dreams, que ha empezado en el Reino Unido y que continuará por el continente europeo, ha pronunciado un potente discurso anti-Trump en el que ha elevado el tono contra el presidente norteamericano y su administración. "Mi hogar, la América que eamo, que han sido un faro de esperanza y libertad durante 250 años, están actualmente en manos de una administración corrupta, incompetente y traidora," ha manifestado el cantante de Born in the U.S.A. en una intervención que los medios de comunicación consideran la más dura que ha hecho hasta ahora contra Trump.

La música, una herramienta de resistencia

Springsteen abrió el concierto que celebró la pasada noche al Co-op Live de Manchester con un emotivo mensaje que dejó al público boquiabierto. El músico y la E Street Band se comprometieron a utilizar la música como una herramienta de resistencia ante los tiempos difíciles que vive su país y el resto del mundo, e instó a todos los presentes a levantar la voz contra el autoritarismo, defendiendo los valores democráticos que considera fundamentales. "La poderosa E Street Band está aquí esta noche para invocar el poder justo del arte, la música y el rock and roll en tiempos peligrosos. En mi patria, la América que amo, la América sobre la cual he escrito, que ha sido un símbolo de esperanza y libertad durante 250 años, está ahora en manos de una administración corrupta, incompetente y traidora. Esta noche pedimos en todos los que crean en la democracia y en lo mejor de nuestra experiencia americana que se unan a nosotros, alcen sus voces contra el autoritarismo y dejen que la libertad resuene". El discurso fue recibido con una gran ovación del público de Manchester.

Denuncia contra la persecución y los dictadores

El artista nacido en Long Branch (Nueva Jersey) el 23 de septiembre de 1949 quiso convertir el inicio de su gira europea en todo un acto de denuncia contra las políticas de Trump y de defensa de los valores democráticos enfrente de lo que Springsteen considera una deriva autoritaria bajo la administración del actual presidente de los EE.UU. Antes de interpretar My City of Ruins, Springsteen remachó: "Están pasando cosas muy extrañas y peligrosas. En América, la gente es perseguida por ejercer su derecho a la libertad de expresión y a manifestar su disidencia. Eso está pasando ahora. Los hombres más ricos se complacen en abandonar a los niños a más pobres del mundo a la enfermedad y la muerte. En mi país, se disfruta sádicamente del dolor infligido a los trabajadores leales", dijo el músico con contundencia, e hizo un clarividente resumen de lo que es la actuación de la administración Trump: "Se están derogando leyes históricas de derechos civiles, se abandona a nuestros grandes aliados y se apoya a dictadores enfrente de los que luchan por su libertad. Se recortan fondos en universidades estadounidenses que no se doblan a sus exigencias ideológicas. Están sacando a residentes de las calles y deportándolos a centros de detención extranjeros sin el debido proceso. Todo eso está pasando ahora", quiso recordar.

El papel crucial de la sociedad civil

Springsteen también quiso subrayar el papel de la sociedad civil, la única que puede hacer frente al autoritarismo de Trump. "El último control sobre el poder, cuando los mecanismos de control y equilibrio han fallado, son las personas, tú y yo. Es la unión de la gente en torno a valores comunes lo que separa la democracia del autoritarismo". Antes de interpretar canciones con fuerte carga social y política como Land of Hope and Dreams, Death to My Hometown, Rainmaker (estrenada en directo), My Hometown y Youngstown, el músico de Nueva Jersey quiso concluir con un mensaje de esperanza, citando al escritor James Baldwin. "La América de la cual los he cantado durante cincuenta años es real y, a pesar de sus defectos, es un gran país con una gran gente. Sobreviviremos a este momento. Tengo esperanza porque creo en la verdad de lo que dijo el gran escritor estadounidense James Baldwin: 'En este mundo no hay tanta humanidad como uno desearía, pero hay suficiente'. Recemos".

I Bruce Springsteen cerró la noche con una versión de Chimes of Freedom de Bob Dylan, en clara alusión a la lucha por la libertad y los derechos civiles.