La 43 en edición de la Setmana del Llibre en Català este año se celebrará del 19 al 28 de septiembre en el Passeig Lluís Companys de Barcelona, en el mismo sitio del año pasado, y coincidirá con las Fiestas de la Mercè de Barcelona. Ilya Pérdigo, presidente de la asociación de editores de Cataluña, ha salido para acordarnos de que la edición del año pasado fue un éxito de concurrencia y de facturación, con casi 100.000 visitantes. Recuerdo la feria del año pasado, porque estaba. Efectivamente, había mucha gente, una buena parte de ellos sorprendidos que hubiera una semana del libro en catalán SOLO en catalán. El paseo Companys es muy agradable, y sobre todo, y eso juega en favor de La Setmana, es un lugar de paso. También sé que las cifras de venta nunca son altas, y que un "récord de ventas", en el sector del libro en general y del libro catalán en particular, tiende a ser modesto. Aun así, La Setmana del Llibre en Català parece bien viva.
La Semana del Libro en Catalán crece
Ilya Pérdigo ha hablado con contundencia y solemnidad, se ha referido a La Setmana del Llibre en Català (ha repetido el nombre muchas veces) como una fiesta, sí, pero también como un espacio de responsabilidad. Esta edición la feria contará con la colaboración del Departamento de Normalización lingüística, y se dará protagonismo a las parejas lingüísticas: "reivindicaremos el derecho a leer, a pensar y vivir en catalán". El contexto de fondo es el que es, la hora es grave. Pérdigo ha dado paso a la directora de La Setmana, Cristina Domènech, que nos ha informado de las novedades de esta 43.ª edición. Crece el número de casetas, 93 este año con respecto a las 86 del año pasado, con 14 expositores más de los que había: de los 298 del año pasado pasamos en los 312, todos sellos en lengua catalana tanto de Cataluña como del Valencia, las Baleares, Andorra y la Cataluña Norte. Se harán más de 300 actividades en 10 días, y el CCCB traerá a un autor internacional (todavía no sabemos quién). Esta expansión quiere decir más diversidad, y es una (buena) noticia que parece contradecir el estado de las cosas en el sector. Además, ha explicado Domènech, habrá actividades también en algunos laterales del Paseo, se incorporan espacios de lectura, se ampliará la zona familiar y habrá también espacios "de conversación" para hablar de libros de manera más informal y próxima –el formato habitual es el de escenarios con ponentes. Por otra parte, la próxima edición de La Setmana contará con la incorporación de la Fundación Brossa y la Fundación Miró, que en las ediciones anteriores no estaban.

¿Por qué la hora es grave en el sector? Premio Difusión para David Guzmán
La Setmana en el Llibre en Català también es una oportunidad que el gremio de editores del país utiliza para otorgar dos premios honoríficos, un Premio a la Difusión y un Premio a la Trayectoria. La Junta de la asociación de editores de Cataluña ha dado el premio a la Difusión al periodista cultural David Guzmán, que hace veinticinco años que se dedica al periodismo cultural y literario y que acaba de perder uno de los pocos espacios de difusión de la cultura: el próximo curso no renovará a L'irradiador de Catalunya Ràdio, un programa en que se ponía en relación música, literatura y teatro. Guzmán ha salido a hablar.
Hace 25 años que me dedico eso; no son muchos, pero te ofrecen una cierta perspectiva. Antes teníamos 15 o 20 páginas semanales de literatura en papel en muchos medios, y eso que entonces había menos editoriales y menos lectores. Tenemos que reconquistar este espacio, y tenemos que reconquistar el tiempo. Leer libros lleva tiempo, y recomendarlos también
El runrún de fondo es grave por la absorción de Periscopi por parte del gran grupo 62, por el fin de L'irradiador y por los ataques sutiles pero incisivos al catalán, que se encuentra en un punto de retroceso en las calles y en las librerías. La reducción de los espacios de difusión literaria a los medios y la compra de Periscopi por parte de Planeta –Bernat Dedéu nos recordaba que no nos tiene que coger por sorpresa porque esta no es la primera gran absorción en el sector editorial catalán– parece pronosticar dificultades crecientes a la riqueza del ecosistema editorial en catalán, pero en La Setmana se les ve con empuje para ir a contracorriente. El tiempo nos lo dirá.
Premio a la Trayectoria para Andreu Martín, al autor que ha cultivado todos los géneros
El escritor Andreu Martín se ha levantado para agradecer a la concurrencia el Premio a la Trayectoria. Nacido el 1949 hijo de una familia modesta, sin biblioteca y sin padrinos, Martín empezó a escribir antes de los diez años porque solo en casa se aburría. Empezó a trabajar, primero como guionista del editorial Bruguera, después como periodista. Su padre le decía "hazte periodista, que entrarás gratis al fútbol". Y finalmente, los padrinos que no tenía de pequeño le llegaron cuando ya era un hombre: conoció a Juan Marsé –él le ha llamado Joan–, a Manuel Vázquez Montalbán y a Jaume Perich, los tres a la vez. Ellos lo animaron a escribir, y desde entonces no se ha detenido nunca. Conocido sobre todo por la novela negra, Martín ha escrito un centenar de libros (!), y ha cultivado también el género erótico y el juvenil. Incluso ha escrito por|para los seriales Estació d'enllaç y Laberint d'Ombres.
A veces me dicen que he escrito demasiado. He escrito mucho, sí. Cuando no consigues hacer ningún best-seller tienes que escribir mucho. Pero me gusta, para mí se un juego. Es verdad que es una profesión ingrata, muchas veces he dicho basta, y me he vuelto a poner a escribir al cabo de un rato. Ya me he resignado
Novedades aparte, hay cosas que no cambian. Como cada año durante La Setmana, unas 140 bibliotecas vendrán a comprar libros directamente a las editoriales (una maniobra de ventas importante para el sector, que depende fuertemente de las subvenciones y las compras de bibliotecas, una "subvención indirecta" que llena la red de bibliotecas del país de libros en catalán). Igual que el año anterior, alumnos de una escuela de alta complejidad se pasarán una mañana entera en la La Setmana, para darles ocasión de entrar en contacto con el catalán y los libros en catalán, inaccesibles por una parte considerable de la población vulnerable y a menudo de origen extranjero.