Suena un bajo eléctrico mientras Jerry Seinfeld está sobre el escenario haciendo alguna divertida observación sobre la cotidianidad. El público ríe, el bajo lo remata con una breve melodía descendente y empieza el capítulo.
George Costanza está en la cafetería y tiene un malentendido con alguien, pero hace ver que lo ha entendido todo y se pasará todo el episodio mintiendo al respecto.
En su piso, Jerry explica a Elaine que tiene una nueva pareja con un pequeño defecto que hará que lo acabe dejando y Elaine le dice que tiene una cita con un hombre. Jerry hace un comentario inocente, ella empezará a pensar más de la cuenta y la cita irá fatal por culpa de eso.
Y en cualquier momento, Kramer entra acelerado por la puerta del piso para anunciar su nuevo invento absurdo mientras pica alguna cosa de comida la nevera de Jerry.
Al final del capítulo, las cuatro tramas se acabarán cruzando en un final apoteósico que los acabará dejando a todos igual o peor de cómo habían empezado.
Netflix ha incorporado a su catálogo Seinfeld, para muchos la mejor sitcom de todos los tiempos
Los conflictos más sencillos
Así son casi todos los episodios de las nueve temporadas de Seinfeld. Sin evolución de los personajes, sin ninguna gran trama que lo ligue todo. Nada. Una serie sobre nada. O más bien sobre como este "nada" se puede convertir en comedia.
Un tipo de comedia, la de sus creadores, Jerry Seinfeld y Larry David, que se basa siempre en la observación de las pequeñas absurdidades que marcan nuestra vida cotidiana. Y que por eso hace tanta gracia, porque son cosas que nos pasan a todos.
Esperar que te den mesa en el restaurante, no encontrar donde has aparcado el coche en el parking, luchar con desconocidos por un asiento en el metro... La genialidad de Seinfeld se basa en explotar al máximo el humor de los conflictos más sencillos.
Y lo hace utilizando siempre los mismos espacios y personajes, con público en directo y con una duración de 30 minutos (que quedaban reducidos a 22 por la publicidad). Y sí, son las características de la comedia de situación, o sitcom, un tipo de producciones que, a pesar de ser muy caras, solían garantizar un gran éxito.
La serie de los 500 millones de dólares
Es por eso que Netflix se ha gastado 500 millones de dólares en incorporar Seinfeld a su catálogo o que cuando ha contado con The Office o Friends, estas siempre se han encontrado entre sus series más vistas.
Ahora bien, estas sitcoms ya tienen una edad (Seinfeld se estrenaba en 1989) y con el final, estos últimos años, de How I Met Your Mother, The Big Bang Theory o Modern Family, el formato tan exitoso de la sitcom parece haber llegado al final.
El género, ahora, se percibe como anticuado, sobre todo por la idea del público en directo o de las risas enlatadas. Además, se valora más la continuidad de los capítulos que el carácter episódico y casi autoconclusivo, que tenía más sentido en el mundo televisivo que en el de las plataformas.
Seinfeld una serie sobre nada pero que habla de todas las cosas importantes de la vida
Puramente sitcom
Y sin embargo una sitcom tan puramente sitcom como Seinfeld sigue siendo el pasatiempo preferido de mucha gente. Y no es por nostalgia, porque aparte de algún comentario que se ha quedado antiguo, la cotidianidad de la vida de hace unos años no es muy diferente de la de ahora y se puede disfrutar como si se emitiera hoy.
Es, más bien, porque el formato de la sitcom nos ofrece un mundo que no cambia. Cuando vuelves, en el siguiente capítulo, ya sabes qué te encontrarás, y sabes que te gustará.
Te familiarizas con los espacios, te familiarizas con los personajes y, al final, te acabas sintiendo como en casa. Te permite, como dirían a la serie, ser master of your domain. Si no sabéis de qué os hablo, es el momento de aprovechar que está en Netlflix para convertir, por un tiempo, Seinfeld en vuestra casa.