"Que nadie se piense que el día 23 de julio será un Sant Jordi, porque no lo será" ha asegurado al presidente de la Cámara del Libro de Catalunya, Patrici Tixis, durante la presentación de la Diada del Libro y la Rosa que se celebrará la próxima semana para compensar la anulación de la festividad de Sant Jordi como consecuencia del estado de alarma para la Covid19 y "celebrar la recuperación progresiva de la normalidad".

Conjuntamente con el Gremio de Floristas, la Cámara ha preparado una festividad descentralizada, que quiere evitar aglomeraciones y cumplir todas las garantías sanitarias, validadas por el Procicat. "Son unas medidas durísimas y estrictas" ha asegurado Tixis, para garantizar "un Día del Libro y de Rosa seguro". En el documento aprobado la semana pasada por el Procicat, se establecen hasta tres escenarios diferentes a fin de que puedan ser adaptados a la realidad demográfica, urbana y a la situación sanitaria de cada pueblo y ciudad. "La incertidumbre hace que cada momento tengamos que ser flexibles con los planteamientos" ha añadido Tixis, que admitido que esta flexibilidad puede suponer que en algunas poblaciones se celebre sólo en las librerías y floristerías, sin actividad en la calle. De todos modos, la presidenta del Gremio de Libreros ha asegurado que no se prevé que esté ninguna librería cerrada el día 23.

Todos los libreros que quieran podrán poner una puesto delante de su librería –en caso de que sea imposible se podrá celebrar dentro de las librerías– y, paralelamente cada municipio podrá establecer una zona exclusivamente para profesionales, editores, libreros y distribuidores. En este sentido, en Barcelona se cerrará el espacio de los carriles de Passeig de Gràcia entre Plaça Catalunya hasta la calle València, donde se establecerán las puestos de libreros, editores, floristas y de los autores, que firmarán libros con todas las medidas de seguridad con cita previa o "cita exprés", que lo alargará hasta las 11 de la noche. Para acceder habrá un control de acceso y de salida, se tendrá que guardar una distancia de seguridad de metros y se limitará el número máximo de puestos en cada una de las islas del Paseo de Gracia.

Comercio de proximidad

"Nuestros clientes se lo merecen, ha asegurado la presidenta del Gremio de Libreros, a Maria Carme Ferrer, que ha agradecido el esfuerzo de libreros, autores y editores por poder participar en la jornada por todo Catalunya.

"Por delante de todo, seguridad y conciencia", ha asegurado el presidente del Gremio de Floristas, Joan Guillén, que ha asegurado que esta será una fiesta exclusivamente centrada en los profesionales de la floristería y el comercio de proximidad. Es decir, no habrá en la calle los típicos puestos de entidades, escuelas, grupos de esplai o casales.

Como ha asegurado Marià Marín, técnico del Gremio de Libreros, en este 23 de julio no habrá el 70% de la actividad de un Sant Jordi, que también ha hecho un llamamiento a evitar el desplazamiento a Barcelona o a otras ciudades, sino que cada uno compre en la librería o floristería de su pueblo o ciudad. Para animar la compra de libros se establecerá el descuento del 5% habitual en la festividad de Sant Jordi.

Apoyo institucional

"Tenemos la obligación de ayudar a que las cosas se puedan hacer", ha asegurado el teniente de Alcalde de Cultura Joan Subirats, que ha recordado el éxito del Griego y las tareas preparatorias para la celebración de Mercè y de la Setmana del Llibre en Català, en septiembre. Además, ha recordado que buena parte del Bonus de Cultura (500.000 euros) se destinará al sector de las librerías.

La consellera de Cultura Mariàngela Vilallonga ha recordado que la Generalitat empezó a trabajar enseguida al lado de la Cámara del Libro y del Gremio de Floristas, con el fin de poder celebrar este 23 de julio, Día del Libro y Rosa, que ha asegurado, que es un ejemplo de los cambios que la epidemia ha comportado. Además, ha recordado que en el Plan específico para la celebración de este ha intervenido el Departamento de Cultura, Salud, Interior y Empresa y Conocimiento. Al mismo tiempo, ha querido destacar la aprobación del Plan Nacional del Libro y la Lectura, como un ejemplo de la voluntad de recuperación del gobierno ante una situación dramática que todavía no ha acabado.

Las firmas, con cita previa y separadas de la venta

La firma estará separada de la venta, y en casos como el de la ciudad de Barcelona se establecerá cita previa que puede ser extensiva. Es decir, que se podrá reservar un libro y recogerlo antes y después con la firma del autor. También se prevé una cita exprés, para flexibilizar las reservas en los momentos de menos afluencia.

Cada hora los autores se moverán de lugar, evitando las grandes colas en el centro de Barcelona, y se intentará que se muevan por toda la ciudad y de Catalunya.

Las rosas, símbolo del día

El Gremio de Floristas también ha presentado la rosa blanca que, acompañando la tradicional rosa roja, quiere apelar a la esperanza y al luto que no se ha podido celebrar.

Poblaciones, libreros y editores se descuelgan

La ciudad de Reus ha anunciado públicamente que no celebrará ninguna actividad pública para el 23 de julio. Una deserción que se añade a Lleida, obligada por el confinamiento perimetral del Segrià y la limitación de actividades.

Además, varias librerías independientes como Malas Hierbas o Sendak y editoriales como No Leéis han anunciado que no participarán en las actividades públicas, mientras otros han mostrado reservas ante la iniciativa de la Cámara del Libro y el Gremio de Floristas.