La Garrotxa tiene más de cuarenta conos volcánicos, que se integran en el Parc Natural de la Zona Volcànica de la Garrotxa. Está constituido por Olot y diez municipios más. La ruta que os proponemos hoy es una caminata, que se puede hacer cómodamente en una mañana, que pasa por tres sitios emblemáticos del parque: la fageda (hayedo) d'en Jordà, el volcán de Santa Margarida y el volcán del Croscat. Caminando tranquilamente y con paradas nos llevará cuatro horas y media.

Fageda d'en Jordà. © Itinerànnia.

La fageda d'en Jordà

Dejamos el coche en el área de Can Serra, a escasa distancia de Olot, por la carretera de Santa Pau (GI-524). Es un aparcamiento habilitado para que los excursionistas dejen los coches, y es el punto de salida de algunos caminos señalizados. Esta excursión sigue el itinerario 1, y se puede ampliar con excursiones por algunos itinerarios que lo cruzan. Salimos de Can Serra hacia el sur, atravesamos la carretera y nos encontramos con unas escaleras que nos llevan directamente a la Fageda d'en Jordà. Allí hay un monumento a Joan Maragall, que compuso los famosos versos: "El caminant quan entra en aquest lloc (...) / no pensa en sortir, o hi pensa en va: és pres de la fageda d'en Jordà, presoner del silenci i la verdor". Este hayedo es un paisaje excepcional, porque se asienta sobre un terreno plano (algo muy poco frecuente). De hecho, las hayas crecen sobre la colada de lava del volcán del Croscat, y crean un paisaje muy curioso: prácticamente no hay sotobosque, aunque el bosque es muy húmedo y está cubierto siempre de hojas. Y, de vez en cuando, emergen entre las hayas unas características prominencias de lava, lo que los habitantes de la Garrotxa denominan "tossols".

Volcán de Santa Margarida. © Turisme de la Garrotxa.

Una iglesia en el cráter

Cuando salimos de la Fageda, continuamos el camino hacia el coll de can Batlle y luego hacia Sant Miquel Sacot, una iglesia neoclásica construida sobre un templo anterior de base románica. A partir de aquí bajamos hacia el pla del Sacot y por el collet de Bassols nos dirigimos hacia el volcán de Santa Margarida. La parte exterior de la montaña está cubierta de bosques y el cráter es un gran prado. Es muy sorprendente porque en el centro del amplio cráter hay una pequeña iglesia. Aunque el itinerario 1 no lo prevé, es del todo recomendable bajar hasta el fondo del volcán y ver la ermita de cerca. No hay peligro. Se trata de un volcán apagado desde hace más de 10.000 años. El templo que hay en medio tiene un origen románico, pero la iglesia original quedó muy estropeada por un terremoto en el siglo XV (la Garrotxa sigue siendo una zona con una fuerte actividad sísmica). Fue reconstruida en el siglo XIX. Se trata de una ermita muy modesta, de una sola nave. La imagen original de Santa Margalida, tallada en alabastro en el siglo XIV, se conserva en el Museu Diocesà de Girona, pero en Santa Margalida hay una copia.

Volcán del Croscat. © Turisme de la Garrotxa.

Hacia el Croscat

El Croscat es el mayor volcán de la península Ibérica: su cono tiene 160 metros y su lava se extendió por 20 km2. Durante mucho tiempo se extrajeron rocas volcánicas de las canteras de su vertiente y han dejado un corte muy característico (las llamadas grederes). Quien quiera visitarlas puede tomar el itinerario 15 y proseguir la ruta por el cono del Croscat (el itinerario 1 no sube hasta el cráter del volcán). Después de pasar por el flanco norte del volcán, el camino baja suavemente hasta el aparcamiento de Can Serra. Habremos caminado unos 10,5 km y habremos tardado cuatro horas y media, aproximadamente.

Castellfollit de la Roca. © Turisme de la Garrotxa.

Castellfollit de la Roca

Después de la caminata, hay que comer. La zona de la Garrotxa se ha promocionado gastronómicamente bajo el lema: "Cocina volcánica". Pero hay un producto excepcional que estaría bien que probáramos si nos detenemos a comer en la zona: los fesols de Santa Pau, un producto que incluso tiene Denominación de Origen Protegida. Después de comer, y antes de volver, os recomendamos una parada en Castellfollit de la Roca, un pueblo que está asentado sobre un riscal basáltico, creado por dos coladas consecutivas de lava. Las vistas, desde el mirador situado en el extremo del riscal, son impresionantes. En Castellfollit podemos visitar un curioso museo del embutido, donde nos enseñarán el proceso de elaboración de los embutidos y nos permitirán degustar algunos productos.

Suquet de fesols de Santa Pau. © Associació d'Hostalatge de la Garrotxa.

 

Imagen de portada: Vista aérea del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. © Turisme de la Garrotxa.