Quim Torra ha presentado este jueves su libro Muriel Casals i la revolució dels somriures (editorial Pòrtic). Una obra que, según su autor, "es el libro que me gustaría no haber presentado", porque si se publica es a causa de la prematura muerte de la activista nacionalista, hace seis meses. Es, pues, un libro que se presenta como un homenaje a un personaje clave del proceso soberanista. Muriel Casals accedió a la junta de Òmnium Cultural en 2008, cuando esta institución iniciaba su giro hacia el activismo por la independencia. En 2010 asumió la presidencia de la institución y se convirtió en uno de los rostros más conocidos de las organizaciones de la sociedad civil catalana. Hasta el 2015 dirigió Òmnium; dejó el cargo para incorporarse a las listas de Junts pel Sí. El 30 de enero de 2016 fue atropellada por una bicicleta y al cabo de pocos días murió como consecuencia del accidente. "Hay un punto de injusticia en que Muriel no esté en estos últimos metros del proceso", asegura Quim Torra.

Testigos privilegiados

Este libro se ha escrito a partir de los diarios y la agenda de la propia Muriel, de sus escritos y artículos, y de los testimonios recogidos entre muchos de sus colaboradores (en realidad, Quim Torra era un estrecho colaborador de Muriel Casals y fue su sucesor al frente de Òmnium Cultural). El autor saca provecho de su proximidad con la biografiada y explica anécdotas cotidianas, vivencias compartidas, confidencias explicadas por la protagonista... En realidad, el libro no pretende ser una biografía exhaustiva del personaje, sino que se centra en los años que estuvo al frente de Òmnium. Es, pues, al mismo tiempo una historia de Muriel y una historia del proceso soberanista, que centró las energías de Casals durante este periodo. No es casual que el actual presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, participara en la presentación de la obra y que ratificara que "Hablar de Muriel es hablar de Òmnium".

Una personalidad aglutinadora

Quim Torra destaca que Muriel Casals era un personaje que sumaba, que con su talante consiguió encontrar puntos de confluencia entre personajes bien diferentes e involucrarlos en el proceso. Su perfil fue clave para conseguir un soberanismo más inclusivo, que sumara personas que hasta aquel momento se habían mantenido al margen. Su lema era "El sueño es de todos", y por eso intentó que Òmnium se sumara a los grandes proyectos de país: la escuela catalana, el proceso soberanista... Con su personalidad consiguió la dinamización de Òmnium, y logró que la sociedad civil tomara el liderazgo del proceso hacia la independencia a pesar de una relación a veces bastante conflictiva con los partidos políticos.

Puño de hierro y guante de terciopelo

Muriel Casals i la revolució dels somriures pone mucho énfasis en la habilidad negociadora de ésta. Tras una apariencia tímida y poco agresiva, Casals escondía una gran firmeza y una gran capacidad de diálogo. Era capaz de forzar negociaciones muy difíciles con personajes muy diversos, y podía defender sus posiciones en las situaciones más difíciles. Rehuyó siempre la descalificación de sus adversarios políticos, pero tenía una gran capacidad dialéctica, que exhibía incluso en los foros menos receptivos. Sus formas aterciopeladas le permitían desarmar a sus adversarios: "una buena educación siempre es una buena educación", argumenta Quim Torra. Y a esta habilidad, Muriel Casals le añadía una gran capacidad de trabajo. No ahorraba esfuerzos por intentar añadir gente al proceso: "Allí donde la invitaban a ir, allí iba"...

Las dos Muriels

Quim Torra asegura que una de las partes más relevantes del libro es la que se refiere a "Muriel antes de Muriel". Asegura que no podemos entender la Muriel Casals del 2010 si no comprendemos su paso por el PSUC, su compromiso universitario, su desengaño hacia Iniciativa per Catalunya... Pero apunta que hace falta ir más allá y ver la gran influencia que tuvo para ella el exilio en Francia, donde nació, y la figura de su padre, un firme catalanista. Según Torra, Muriel Casals evolucionó mucho, desde posiciones muy doctrinarias hacia posiciones mucho más humanistas. Un personaje, pues, que evoluciona y se enriquece con el tiempo. Y que llega a Òmnium con una gran sensibilidad social que no ha perdido desde sus años de juventud.

Un libro para este momento

Hace poco más de seis meses que murió Muriel Casals y su biografía ya está en las librerías. Este libro ha sido escrito a toda velocidad. Y eso es su gran virtud y su gran defecto. Hacer un libro tan rápido comporta, inevitablemente, limitaciones: el tiempo para documentarse no ha sido el idóneo. La redacción es desordenada, un poco anárquica. Y, por otra parte, parece precipitado sacar a la luz ciertos testimonios que pueden comprometer a personajes destacados de la política catalana. Quim Torra, como la misma Muriel, pretende sumar, y por lo tanto evita describir los aspectos más espinosos del proceso, que un día todo el mundo deberá conocer. Pero la aparición de este libro en este momento es oportuna por otros motivos: justo cuando el proceso parece bloquearse, hay más necesidad que nunca de referentes para el soberanismo. Y Muriel Casals era un personaje que infundía la esperanza que el movimiento nacionalista necesita. Justamente, el jueves 8 de septiembre Muriel Casals recibirá, a título póstumo, la Medalla de Oro de la Generalitat. Casals continua siendo un referente para el soberanismo.