Ramon Vila-Abadal i Vilaplana, el que había sido la mano derecha del abad Escarré, murió el jueves, a los 93 años. El veterano pensador nacionalista procedía de una familia aristocrática del Osona, la del Cavaller de Vidrà. Entró en 1941 en el monasterio de Montserrat, donde se mantuvo hasta 1971, cuando abandonó la congregación. Actuó como mayordomo de la institución de 1952 a 1965. Estuvo, pues, en Montserrat. ocupando puestos decisivos, en los momentos más duros del enfrentamiento de la comunidad benedictina con la dictadura y fue un firme aliado de los políticos antifranquistas (mantenía, por ejemplo, muy buena relación con Jordi Pujol o con Espar Ticó). Más tarde, fue muy activo en plataformas intelectuales y políticas como el Club de Opinión Arnau de Vilanova, la Associació per a les Noves Bases de Manresa o la peña Cruïlla de Debat del Ateneu Barcelonès.

Vila-Abadal era un convencido independentista. Ya se posicionó a favor de la secesión en 1997 con la publicación del libro Com és que sóc separatista? (editorial Columna). En 2011 había publicado, en la editorial Gregal, Catalunya, la meva nació dissortada i decadent : del 17 de juliol de 1936 a José Montilla, president de la Generalitat. Hace poco tiempo manifestaba todavía su esperanza de ver en marcha la República Catalana.