En el artículo anterior vimos marcas comerciales empleadas como nombres comunes. Varios lectores me han hecho llegar observaciones y ejemplos. No reporté todos los casos posibles porque hay muchos: clíenx (de Kleenex; originalmente se llamaba simplemente mocador de paper), jacuzzi (nombre de empresa, a partir del apellido italiano Iacuzzi de sus propietarios, instalados en Estados Unidos a principios del siglo XX), lot (femenino, por linterna, inspirada en el personaje bíblico Lot)... Incluso el Diccionari general de la llengua catalana de Pompeu Fabra (1932) recoge la palabra kòdak significando 'cámara fotográfica' (de la marca Kodak).

Más sobre 'quets' y 'xiruques'

Al hablar del calzado deportivo, comentábamos que en catalán la gente dice vambes pero también quets, sobre todo en Lleida (pero no únicamente). En el mundo de la filología catalana todo el mundo tiene claro que ambas denominaciones vienen de marcas. Vambes no plantea dudas (es la marca Wamba, inspirada en un rey visigodo; esta marca todavía existe). Pero en el caso de quets hay sombras. En las clases de filología de la universidad se explica que procede de la marca Keds; pero el material de esta marca es casi inhallable (la marca estuvo vigente en la primera mitad del siglo XX en Estados Unidos, luego dejó de emplearse y ahora en Estados Unidos vuelve a ciruclar). En cambio, sí existe una marca catalana de zapatos Quets! (con signo de admiración), de la cadena de zapaterías catalana Querol, y así lo indiqué. Sin embargo, Víctor Pàmies, una especie de Indiana Jones de la lengua catalana, rescató una docena de documentos publicados en Lleida durante el franquismo y hasta los años 90 del siglo XX donde aparece Keds. He aquí un ejemplo del Diario de Lérida de 1967.

Las personas del mundo de esplais, caus y colonias, tan arraigado en Cataluña, reciben el nombre de xirucaires. Esto es intraducible al castellano

Sobre xiruca ya indiqué que era una palabra de origen gallego pero, como marca, creada en Cataluña. Por falta de espacio no comenté las dificultades que tuvo Joan Coromines para explicar su origen. Coromines (que, además, solía usar dicho calzado) consideró la posibilidad de que fuera un término de origen vasco. Pero, tal y como él mismo explica en su Diccionari etimològic i complementari de la llengua catalana, comprobó que este calzado no se encontraba fuera de Cataluña; decía que en Zaragoza no existía (al menos en el tercer cuarto del siglo XX); pero si era una palabra de origen vasco, era esperable encontrarlo en Aragón. El caso es que la marca era de origen catalán y por eso solamente era conocida en Cataluña. Es más: las personas del mundo de esplais, caus y colonias, tan arraigado en Cataluña, reciben el nombre de xirucaires. Esto es intraducible al castellano...

Ya veis las dificultades para trazar el origen de palabras procedentes de marcas. Los autores de un diccionario castellano de finales del siglo XX no sabían de dónde venía chibeca. Esto se debe a que xibeca es una marca creada por una cervecera catalana. Cualquier comercial cervecero de España contará que, en cada territorio, la cerveza del país, en lo relativo al consumo local, gana de goleada a cualquier otra cerveza elaborada en otra zona de España. Por lo tanto, la xibeca básicamente se consume en Cataluña y las Baleares (de hecho, se etiqueta exclusivamente en catalán). Eso impidió a los lingüistas castellanos conocer el origen del término.

(Agradezco a Víctor Pàmies, Pere Saumell, Xavier Santiago, Carles Riera y Josep Ruaix varios datos.)