Todos los presos políticos, conjuntamente, han agradecido el apoyode la ciudadanía y, por otra parte, han anunciado su estrategia conjunta de cara al juicio al Tribunal Supremo. Estos propósitos los han hecho públicos en un artículo conjunto publicado hoy en El Punt Avui y firmado por Dolors Bassa, Jordi Cuixart, Carme Forcadell, Joaquim Forn, Oriol Junqueras, Raül Romeva, Josep Rull, Jordi Sánchez y Jordi Turull.

Los presos piden a los que les dan apoyo "firmeza", pero también "serenidad". Los presos advierten a sus seguidores que la cuestión no se pedir la apertura de las prisiones, porque eso perjudicaría "a los objetivos políticos del país que queremos". Desde las prisiones donde están encerrados, los presos piden a la ciudadanía unidad, advirtiendo que "La represión pretende desestabilizarnos y dividirnos".

"Somos inocentes. Lo sabemos", dejan claro los presos y afirman que harán un juicio político: "El juicio oral será el momento propicio para que aparezca la verdad en medio de la sala donde se nos estará juzgando". No piensan mostrar ningún arrepentimiento ante el tribunal: "Cuando declaramos ante el Tribunal Supremo, no renunciaremos, no capitularemos, no nos rendiremos. Todo lo contrario. Mantendremos la cabeza bien alta y hablaremos claro, convencidas y convencidos plenamente de nuestra inocencia y de la legitimidad de nuestras acciones y de nuestras convicciones". Y afirman que el juicio es una venganza y un escarmiento contra el conjunto del independentismo.

El juicio mostrará "la quiebra de la democracia en España, la justicia de nuestras reivindicaciones y la legitimidad de nuestras ambiciones políticas"

Los presos no tienen ninguna confianza en una sentencia absolutoria: "Ya hemos dicho muchas veces que no esperamos un juicio justo, porque nadie ya duda de la fundamentación política, y no jurídica, que tiene esta causa". Reconocen que "nos podrán condenar, porque tienen la fuerza". Pero ellos pretenden que el juicio se convierta, realmente en un juicio al Estado: "El juicio es el espejo en qué los diferentes poderes del Estado, y en particular el judicial, tendrán que mirarse". Y confían en que finalmente el juicio servirá para que todo el mundo descubra "la quiebra de la democracia en España, la justicia de nuestras reivindicaciones y la legitimidad de nuestras ambiciones políticas".