La escritura está tan presente en nuestro día-a-día que apenas le prestamos atención. Pero es una herramienta fundamental para el progreso humano. ¿Alguna vez os habéis planteado por qué escribimos?

Un buey y cinco gallinas

Seguramente la escritura nació en contextos como los contratos de compraventa. En la antigüedad, si uno vendía un buey a otro, y éste a cambio le daba cinco gallinas, para dejar constancia del canje dibujaban en una tabla de barro un buey y cinco gallinas (solían dibujar todo eso de forma estilizada, no realista). La razón de dejar una constancia escrita de la transacción era para evitar malentendidos y posteriores conflictos. Si el trato se hacía oralmente y luego uno de los dos afirmaba que habían quedado en seis gallinas y que sólo había recibido cinco, ¿cómo podía demostrarse ante un juez quien tenía la razón?

Con este sistema cada dibujo representaba un concepto (un dibujo de un toro representaba, pues, un toro). Los chinos todavía escriben así: sus dibujos representan conceptos; por ende, escriben palabras. Así, tienen un dibujo para concepto 'casa', uno para el concepto 'persona', uno para el concepto 'grande', uno para el concepto 'montaña', uno para el concepto 'lluvia', etcétera. Sin embargo, las personas de la antigüedad se encontraron que también querían expresar conceptos que no eran tan fácilmente dibujables, como la amistad, una herida o el viento.

Un dibujo, una letra

Para solucionar esto, presumiblemente cogieron los dibujos que ya solían utilizar (el buey, la gallina, etcétera, todos ya de forma estilizada) y los utilizaron también para aquellas palabras que empezaban por el mismo sonido que la palabra para a designar el buey, la gallina, etcétera. Con ello, un dibujo de esos pasó a representar un sonido determinado (el del comienzo de la palabra difícil de dibujar). Y a partir de ahí los dibujos pasaron a representar sonidos: así es como nacen las letras.

Los dibujos pasaron a representar sonidos: así es como nacen las letras

La escritura tiene otro don: permite hacer llegar conocimientos a futuras generaciones. Actualmente, tenemos la capacidad de realizar grabaciones audiovisuales; sin embargo, en la historia de la humanidad esto es una técnica muy reciente (del siglo XX). Históricamente, para fijar conocimientos la herramienta idónea era la escritura. Si uno transmitía oralmente sus conocimientos a la gente que tenía a su alrededor, dicho mensaje no llegaba ni a la gente que vivía lejos ni a la gente que viviría años después. Escribiéndolo, uno puede hacer llegar el texto a una persona que se encuentra muy lejos y a las próximas generaciones. En pleno siglo XXI, sabemos qué ideas tenían Aristóteles o Platón o cuáles fueron las teorías sobre física de Newton o Einstein porque las dejaron por escrito. De lo contrario, no nos habrían llegado.

En pleno siglo XXI, sabemos qué ideas tenían Aristóteles o Platón o cuáles fueron las teorías sobre física de Newton o Einstein porque las dejaron por escrito

En el filme El guerrero número 13 un poeta árabe (interpretado por Antonio Banderas) se une a unos vikingos en una aventura de combates. En una escena, el jefecillo vikingo pide al árabe, literalmente, si sabe "dibujar" las palabras. El jefecillo era consciente de que, para gobernar, además de saber manejar la espada es fundamental saber "dibujar" palabras.