La tradicional bajada de fallas de la Pobla de Segur este año ha contado con 140 parejas de fallaires. Cuando se ha hecho oscuro han empezado a bajar de la montaña de Santa Magdalena con la falla encendido hasta el pueblo donde se han reencontrado con su heredera, que les ha ofrecido vino y un ramo de flores, y en procesión han recorrido las calles de la localidad.
Un paro obligatorio es la iglesia Verge de Ribera, patrona de la localidad, a quien hace honor esta fiesta. Una vez en la plaza tiran la falla encendida a la hoguera. La recuperación de la fiesta de las fallas en la Pobla se remonta a los años 50, cuando la población era un importante centro económico del Pirineu. Pero el origen de las fallas en el Pirineu es milenario.
El año 2015 se incluyeron con el resto de fallas del Pirineu a la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Fallaires de la Pobla de Segur / ACN
David Garín, presidente de la Asociación de Fallaires i Pubilles de la Pobla de Segur, ha explicado que están muy contentos de ver que la cifra de personas que participan en las fallas se mantiene, ya que eso significa que es una fiesta muy esperada y arraigada en la Pobla.
Garín ha anunciado que el encuentro de Asociaciones de Fallaires dels Pirineus, este año, se hará en el mes de septiembre en la Pobla de Segur.
La bajada de fallas por segundo año consecutivo ha contado también con chicas. El año 2018, a raíz de una propuesta impulsada por dos chicas de La Pobla de Segur, se aprobó en junta extraordinaria de la Asociación de Fallaires i Pubilles de La Pobla de Segur, la eliminación de los roles de género en la fiesta. A partir de la bajada del 17 de junio del año pasado tanto hombres como mujeres podrían realizar el papel de fallaire y de heredera. Esta fiesta está organizada por la Asociación Cultural de Fallaires i Pubilles de la Pobla de Segur y el Ayuntamiento de la localidad.