El mundo de la música vive desde el inicio del coronavirus una parálisis total de la actividad, ya que la crisis sanitaria ha comportado la suspensión, anulación o aplazamiento a otras fechas de todos los conciertos y espectáculos musicales del país: estamos hablando de más de 1.500.000€ semanales de pérdidas de ingresos en el total de las 80 salas de conciertos catalanas, sumando a esta cifra la incertidumbre de la duración de la crisis y una repercusión directa sobre un colectivo de 1.623 trabajadores afectados.

Los datos afectan a todos los actores del sector, no sólo programadores o técnicos, sino evidentemente a músicos, creadores o representantes. Desde la Asociación Profesional de Representantes, Promotores y Mánagers de Catalunya (ARCO) se cifra en 3.200.000€ las pérdidas acumuladas hasta el momento, con un total de 3.476 conciertos suspendidos y 224 trabajadores afectados por ERTO's, es decir, un 57% del total de sus plantillas. A estos datos demoledores hay que sumar los 5 millones de euros de pérdidas en facturación que se estipulan, entre marzo y mayo, en los músicos del país.

Academia Musica Assemblea

Ante esta realidad, al igual que ayer hizo la plataforma Actua Cultura 2%, la Academia Catalana de la Música ha emitido un comunicado donde reclama al conjunto de las administraciones tanto locales, como autonómicas y estatales una actuación coordinada por la implementación de un plan de choque que a continuación enumeremos con profundidad:

Medidas generales del plan de choque

• Incremento inmediato del Presupuesto de cultura al 2%.
• Constitución de un Gabinete de crisis para atender la situación del sector cultural en el marco del Gobierno Catalán con la participación de los Departamentos de Cultura y de Economía para acordar y ejecutar una acción coordinada.
• Creación de líneas de ayuda tanto para artistas como para empresarios, dirigidas a cubrir las pérdidas ocasionadas por el confinamiento, las cancelaciones y las medidas extraordinarias acordadas por el Estado de Alarma y la disminución posterior de la actividad.
• Mantenimiento de las ayudas y subvenciones aunque las actividades no se puedan llevar a cabo totalmente y/o ampliación de plazos de ejecución y/o cumplimiento.
• Inyección económica en las redes y circuitos de programación públicos y privados para que se estimule la reprogramación de actividades canceladas.
• Establecer una moratoria y/o periodo de carencia y/o exención por las salas de conciertos, establecimientos y oficinas, locales de ensayo, estudios de grabación, etc. donde se desarrolla la actividad musical para hacer frente a los alquileres de los establecimientos, créditos hipotecarios, pago de tasas municipales, IBI etc.
• Creación del censo de artistas y creadores profesionales.
• Ley de Mecenazgo.


Más allá de estas medidas generales, la Academia Catalana de la Música ha propuesto un extenso y concreto paquete de medidas específicas con las cuales salvaguardar a todos los profesionales musicales del país y a los cuales puede consultarse aquí.