La força acompaña a El Petit de Cal Eril en su nuevo disco

Debutó con el autoeditado Per què es grillen les patates? (2008) pero lo descubrimos con aquel brillante ejercicio de folk de psicodelia juguetona que es ...I les sargantanes al sol (Bankrobber, 2009). Posteriormente vendrían el sombrío Vol i dol (Bankrobber, 2010) y el magno La figura del buit (Bankrobber, 2013). Tres años después, El Petit de Cal Eril publica La forç, nuevo capítulo en una discografía siempre notable.

Acabada la gira de presentación de su anterior trabajo, Joan Pons decidió encerrarse en una cabaña perdida en medio del bosque. Allí, sin más compañía que los ruidos (reales o imaginados) que lo rodeaban, empezaron a brotar las canciones que acabarían surcando su nuevo elepé, La força (Bankrobber, 2013). Un proceso creativo que recuerda a la manera con que Bon Iver gestó su descomunal primer álbum, For Emma, Forever Ago (Jagjaguwar/4AD, 2007). Casualidad o no, la sombra del músico norteamericano se deja ver en muchos momentos del sexto largo del cantautor de Guissona.

La força es como una figura fantasmagórica que no asusta. Un punto blanco entre formas calidoscópicas. Melodías etéreas y sonidos telúricos. Un murmullo resonante entre arpegios hipnotizantes, once temas recubiertos de un velo de misterio que te atrapan para no dejarte escapar.

El Petit de Cal Eril. La força. Bankrobber. Indie folk.