Explica Paco Mir en Neuras diarias, el volumen antológico que recoge buena parte de su trabajo como humorista gráfico, que intenta dibujar un chiste cada día. Ahora hace días que, volcado en la promoción del libro, no ha podido garabatear nada. "Un dibujante, sin embargo, siempre tiene el lápiz en la mano, ya sea para escribir o para dibujar", apunta cuando nos encontramos en el edificio de Planeta, la editorial con que este 33% del Tricicle ha publicado una obra que descubre una faceta que, a pesar de haber publicado durante años en las principales cabeceras del país, del Jueves a Interviu, había quedado eclipsada por su actividad teatral. "Trabajo en papel y lápiz o bolígrafo, hago esquemas, dibujitos, tonterías... Este es mi día a día". El día a día de un dibujante, discípulo de figuras totémicas del género Mingote, Cesc o Perich, que destaca como un perspicaz observador de la cotidianidad social transformada en gags sublimes.

Un buen tocho, estas Neuras diarias.
Estoy alucinado con este libro. Nunca se me hubiera ocurrido, ni había tenido la conciencia de poder hacer un libro con todo mi legado como dibujante. Buscando y rebuscando entre carpetas viejas, me he encontrado con cosas que ni recordaba que las había hecho. He encontrado chistes, muy malos, de cuando tenía 14 años. Sin embargo, aunque no soy nada nostálgico, me da coraje tirarlos. Ya los tirará alguien más. Sí, es un buen tocho, pero estoy muy contento.

¿Cuándo te preguntas a ti mismo quién eres, qué respondes?
Dibujante. Soy dibujante y humorista. Por eso en el libro hago esta broma de buscar palabras nuevas. No soy dibujante de árboles o de paisajes. Soy un dibujante que siempre pretende hacer humor con el dibujo.

Soy un dibujante que siempre pretende hacer humor con el dibujo

No deja de ser curioso que tú te consideres dibujante pero la gran mayoría te vincule a tu faceta como actor.
Pero una cosa lleva a la otra, porque muchos humoristas de mi generación, han acabado dentro del mundo audiovisual haciendo series de televisión o cine. Dentro del mundo audiovisual, el pariente pobre es el dibujante y el pariente rico es el que hace cine o teatro. Y por el medio están todos los otros.

Entrevista Paco Mir / Foto: Pau de la Calle
Paco Mir publica Neuras diarias, compilación de su obra como humorista gráfico/ Foto: Pau de la Calle

Ya lo explicas, también, en el libro, que para ti dibujar no deja de ser como escribir teatro. Y, ciertamente, no cuesta mucho ver tus chistes transformados en gags del Tricicle.
Yo soy Tricicle. Como mínimo, un 33 por ciento de Tricicle es mío, si no más. Por lo tanto, esta base de humor absurdo que sale de los chistes gráfico sin palabras está dentro del Tricicle. De hecho, hay bastantes chistes o incluso páginas enteras del TBO, que se han transformado en gags de Tricicle o en esquemas de la serie que hacíamos, Dinamita. Lo importante es tener una idea. Después como la transmitas, ya es diferente. De una sola idea, estirándola mucho, puedes hacer una película.

¿Dónde nacen, las ideas?
Las ideas pueden nacer de dos maneras: trabajando mucho o yendo por la calle y que te caigan en la cabeza. Los gags, normalmente, te caen en la cabeza. Puedes estar pensando en gags sobre una botella. Y coges una botella y te preguntas qué puedes hacer con esta botella. El cerebro empieza a hacer gags. Seguramente será en este momento de pensar, que te caerá el gag. El gag no tiene evolución. Lo que sí que tiene evolución es la transformación de un gag en una serie de gags. Nosotros, con el Tricicle, sí que somos especialistas en coger un gag y darle una vuelta, y otra, y otra... y de golpe sacar cinco o seis. Pero para llegar aquí, primero te tiene que caer la idea, aquello que dicen sinapsis, que es cuando las neuronas se juntan. Definitivamente no puedes provocar un gag, un gag te cae.

¿Trabajas mucho para que te caigan las ideas?
Soy tan currante que trabajo 24 horas al día, ya sea con el lápiz en la mano o haciendo footing. Por eso es tan importante tener siempre a mano la famosa libreta de notas, o ahora las notas de voz del móvil, para apuntar todo que lo que se te ocurra. No hay nada que no se pueda aprovechar más tarde.

Por cierto, aunque os habéis despedido de los escenarios, todavía hablas del Tricile en presente: "Nosotros hacemos..."
Nos vemos casi cada día. Tenemos negocios juntos, como el Teatre Poliorama. Y si bien ya no creamos, todo lo que hemos hecho está en Youtube. Todavía ahora hay mucha gente que nos descubre. Estamos vivos y es divertido.

¿Vuestra relación sigue siendo la misma de siempre?
Llevamos 40 años que nos hemos visto más entre nosotros que con nuestras mujeres. Una relación que puede llegar a ser exhaustiva. Después de tantos años ya no hay que comer juntos cada día. Teníamos una frase que decía: "Hoy hago vida particular", que quería decir: "No me toquéis las narices".

Copiar es la mejor forma de aprender

¿Cómo descubriste tu pasión por el dibujo?
No recuerdo un momento concreto. Sí que me recuerdo dibujando ya desde muy pequeño. También recuerdo unos volúmenes que había muy, muy gruesos de Disney, eran las películas pero en libro. En casa también teníamos una biblioteca, que no era muy grande, pero sí con cosas muy interesantes. Mi padre tenía una colección de cómics antiguos y una colección de humor que se llamaba El monigote de papel. Era una recopilación de los mejores humoristas, tanto los de aquí como los ingleses. Por eso creo que mi humor tiene mucho de británico. Pero de todos, el libro que más me marcó fue Historia de la gente de Mingote. Desde el primer día fue el humorista que quería copiar. Copiar es la mejor forma de aprender.

Entrevista Paco Mir / Foto: Pau de la Calle
Paco Mir, 33% Tricicle, 100% dibujante / Foto: Pau de la Calle

A vosotros, El Tricicle, os han copiado mucho. ¿Cómo te has sentido delante de estos calcos?
Cuando nos han copiado, muchas veces el pensamiento ha sido que realmente lo que hacemos es muy complicado. El Tricicle no hemos estado nunca suficientemente valorados por el mundo del teatro. Y a golpe de no valorarnos nos hemos acabado creyendo que no teníamos tanto valor como realmente teníamos. Muchas veces, cuando hemos intentado enseñar lo que hacíamos, o vas a fiestas y te encuentras con actores con una propuesta que beve de la tuya, nos hemos dado cuenta de la dificultad de nuestra propuesta. Sin embargo, claro, nosotros lo hacemos fácil porque llevamos 40 años haciendo esto. Es como intentar explicar hacer un salto mortal. La teoría es muy fácil. La práctica, no tanto. Hay copias nuestras muy buenas, y algunas mejores que nosotros. Pero los imitadores estos de Julio Iglesias, de los que hay tantos en Youtube, dan un poco de vergüenza.

El Tricicle nos ha abierto las puertas del público, pero nos ha cerrado las puertas de muchos teatros

¿Sois una de las compañías más populares de los últimos años, realmente no os sentís valorados?
Tuvimos éxito casi desde el momento que empezamos, y el mundo teatral quiso quitar importancia a lo que hacíamos: la envidia como deporte nacional. No diré que nos van machacaron, pero nos menospreciaron o no nos valoraron lo suficiente. Y esta poca valoración se ha mantenido en el tiempo. A pesar de que las nuevas generaciones, las que ya han nacido con nosotros, han venido desintoxicadas.

¿Ser miembro del Tricicle, como dibujante te abría puertas o te las cerraba?
La etiqueta marca mucho. En el dibujo y en el teatro, porque siendo miembro del Tricicle la gente se cree que ya te va bien y no te dan la posibilidad de mostrar otras facetas tuyas como actor o director. Tricicle nos ha abierto las puertas del público, pero nos ha cerrado las puertas de muchos teatros. Es complicado.

Como dibujante, sin embargo, has publicado en las revistas más importantes del país.
Quizás es una faceta que ha quedado eclipsada por la otra, pero soy profesional del dibujo desde hace muchos años. He publicado diecinueve años al Jueves. Diecinueve años son muchos años. Haciendo un cálculo rápido, eso son 20.000 chistes. 20.000 chistes son muchos chistes.

Eres hijo de una época, obvio, pero en esta época el humor gráfico estaba muy presente.
Había muchos dibujos en todas partes. En todas las revistas había más de un dibujante haciendo chistes. Fueron los años de la eclosión de las revistas de humor. Los dibujantes se iban trasladando de una revista a otra. También fueron los años del eclosión del cómic underground con revistas y editoriales como Pastanaga o El Víbora. Había muchísimo fanzine, también. Todo eso se ha muerto. Sí, había mucha cultura de humor. Incluso revistas como Destino tenían secciones dedicadas a dibujantes extranjeros en las que mostraban su obra. Consideraban que el dibujo era arte. 

¿Cuál fue el primer dibujo que publicaste?
El primero, primero, supongo que estaría en Pastanaga o en el TBO. Al principio, cuando publicabas, comprabas tantos ejemplares de la publicación como podías y los regalabas a todos los amigos y la familia. Era una sensación muy bonita. También recuerdo que muy al principio de empezar a publicar, con Pastanaga hicimos una revista dedicada a Pau Riba e hice las ilustraciones. Y una adaptación en cómic de El capital de Karl Marx que hice con Max. A los 18 años todo te pasa por primera vez. Todo es más intenso y tienes una osadia que vas perdiendo con el tiempo.

Me ha sorprendido una anotación que haces en el libro donde dices que tu estilo es no tener estilo.
Sí, sin embargo, globalmente, diría que tengo dos estilos, Uno más de dibujante que estaría muy influenciado por Mingote, pero con un poco más de trazo y movimiento. Más artístico. Menos de muñeco y más de pintor. Pero lo digo muy en voz baja. Y después tengo un tipo de dibujo más de línea clara. Más simple y, quizás, más directo. Me muevo entre estos dos estilos. Y cuando no tengo ganas de dibujar hago moscas.

También explicas que como más minimalista, mejor.
Porque en el humor lo más importante es el mensaje. Por eso admiro tanto a humoristas como Perich o Cesc. Antes me preguntabas por las copias. Una vez hice un póster de homenaje a Perich y quise copiarlo. Me costó muchísimo. Mucho más que hacer un dibujo mío.

En el humor lo más importante es el mensaje

En el libro hay chistes que traspasan lo humorístico para ser reflexiones casi filosóficas.
Hay una frase de Boris Vian que dice que el humor es la política de los desesperados. Es la ventanilla abierta que te deja respirar. Con el humor intentas hacer reir, pero también darle una vuelta a todo. El humor es dar esperanza a la vida. Reír aunque todo esté mal.

Me ha fascinado tu capacidad de observación de la sociedad al detalle.
Si no tienes capacidad de observación no te hagas humorista ni dramaturgo. Tienes que captar la sociedad para después poder explicar la misma sociedad lo que ellos no saben ver de primera.

Entrevista a Paco Mir (5)
Paco Mir, un humorista que le da vueltas a todo / Foto: Pau de la Calle

El mundo ha cambiado una barbaridad en estos 40 años.
Pero este querer captar la sociedad lo llevo en el ADN. Es el punto de vista visual de aquel que mira un grifo y ve una cara. Los hay que solo ven un grifo. Otros ven una expresión. Es una capacidad, odiosa, de ver las cosas a través de un filtro.

¿Hasta qué punto, gracias al éxito del Tricicle, no haber tenido la necesidad de dedicarte al dibujo ha sido positivo para tu arte?
A veces también podía llegar a ser estresante. A pesar del éxito del Tricicle, yo publicaba una página semanal en el Jueves. Estamos hablando de épocas en que no podías enviar nada por WeTransfer. Estabas en Helsinki y te lo tenías que montar para enviar el dibujo para que llegara a tiempo. Recuerdo que estaba haciendo un curso de teatro en Francia, en las afueras de París, en una época en que yo estaba publicando en el Diario de Barcelona. Hacía los dibujos y para que llegaran tenía que ir a la estafeta de correos del pueblo perdido donde estaba, pagando una fortuna, mucho más de lo que me pagaban en Barcelona para publicar, para que los recibieran dentro del plazo previsto. Amor al arte.

Si no tienes capacidad de observación no te hagas humorista ni dramaturgo

¿Hay ningún dibujo en el libro que sintetice lo que eres tú como humorista gráfico?
Creo que sería alguno de los incluidos en el capítulo de dibujos más teatrales, que son los que están más dibujados, hechos con más tiempo. Es una pregunta difícil de contestar.

¿Cuántas veces te hemos preguntado cómo puede ser que siendo humorista seas una persona tan seria y reflexiva?
Constantemente, sobre todo por  formar parte del Tricicle, aunque también se lo llaman a Joan (Gracia) y Carles (Sans), que son muy simpáticos en la vida normal.

¡Tú también!
C
omparado con Tricicle, que estamos allí el escenario pegando botes todo el tiempo, nos ven en la vida normal y nos dicen que somos mucho más serios. Pero en la vida normal un cirujano tampoco va por la calle abriendo a la gente.