Oleguer Presas tiene fama de haber sido uno de los deportistas catalanes que más se ha mojado en política, siempre en la línea de la izquierda independentista (incluso figuró en las listas electorales de la CUP, en las posiciones honoríficas de cola). Ahora, deja clara su idea de los vínculos entre deporte y política en el prólogo en el libro La història de John Carlos, de John Carlos y Dave Zirin (Sembra Llibres), en que uno de los atletas negros que levantó de forma desafiante el puño a las Olimpiadas de 1968, mientras sonaba el himno norteamericano, explica su vida en primera persona.

El deporte es sociedad

Oleguer muestra su rechazo hacia los que apuntan que hay que desvincular el deporte de la sociedad. Y denuncia que hoy en día el deporte ante todo es negocio (donde el marketing pasa por encima del rendimiento), pero también política, y se ha utilizado para dar apoyo a los poderes establecidos, potenciando el nacionalismo de Estado o blanqueando regímenes dictatoriales o corruptos. Oleguer recuerda el escándalo del apoyo del Comité Olímpico Internacional al gobierno mexicano tras la matanza de la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, en México, pero también la vergüenza del Mundial de Argentina de 1978, en la represiva Argentina de Videla.

El mundo del deporte está dominado por hombres blancos, heterosexuales, de clase alta y de derechas (o de extrema derecha)

También en Catalunya

Oleguer no olvida, tampoco, los Juegos Olímpicos de Barcelona, que supuso el pistoletazo de salida de la especulación inmobiliaria a gran escala, pero también de la criminalización del independentismo. El ex jugador del Barça recuerda que el mundo del deporte, en todas partes, es dominado por hombres blancos, heterosexuales, de clase alta y de derechas (o de extrema derecha). Desde Avery Brundage, el gran enemigo de John Carlos en los Juegos Olímpicos de 1968, hasta Javier Tebas, pasando por Juan Antonio Samaranch. Un mundo en que, además, la corrupción ha estado y está al orden del día, como se ha ido viendo en diferentes juicios. Pero dónde está muy mal visto denunciarla. No se quiere incomodar a los todopoderosos jerarcas del deporte, estrechos aliados de los poderes fácticos.

Toda la política que no hagamos nosotros será hecha contra nosotros

Reivindicación de Joan Fuster

"Toda la política que no hagamos nosotros será hecha contra nosotros", recuerda Oleguer Presas citando a Joan Fuster. Y reivindica que el deporte tiene que estar plenamente comprometido con la sociedad. Y pone de manifiesto que John Carlos, Tommie Smith y Peter Norman, en el podio de México, en 1968, no sólo luchaban contra la discriminación racial, sino a favor de los derechos humanos. Y, por eso, a favor de los "anhelos de todas aquellas personas que luchan por construir una sociedad mejor desde todos los ámbitos. También desde el deporte".