Había tantas ganas de funk que la lluvia no ha disuadido a nadie de los que tenían previsto asistir al concierto de Nile Rodgers & Chic en el Festival Jardins de Pedralbes la noche de este pasado martes. El recinto se ha vuelto a llenar y la lluvia nos ha recibido incluso con simpatía, porque también se echaba de menos después de tantos días de calor, de incendios y de polución acumulada. Abracadabra, como por arte de magia, Rodgers ha aparecido en el escenario, ha arrancado con los acordes de 'Chic Cheer', y ha parado de llover. La gente se ha liberado de los impermeables y se ha puesto a bailar. Ya casi nadie ha parado hasta el final del concierto, menos todavía si suenan clásicos del género como 'Dance, dance, dance', 'Upside Town' o 'We are family', las canciones que conoce todo el mundo y que obligan a mover los pies, los brazos, la cadera y el cuerpo entero a su compás. Con Rodgers sus Chic el Palau Reial se ha convertido en una disco.
Buenos tiempos
Rodgers ha llegado a Barcelona con una banda potente y unas vocalistas impresionantes, especialmente la solista Kimberley Davis, con una voz enérgica que por momentos detiene la música y el baile. Y vuelve a empezar: dance, dance, dance.
El espectáculo de Chic tiene altibajos pero sabe recuperar la atención con revisiones de incunables como 'Like en Virgin' o 'Material Girl' (Madona), 'Lady' (Modjo) o 'Get Lucky', tema con que los franceses Daft Punk reclamaron la figura, legado y relevancia de Nile Rodgers. La velada ha vivido su momento culminante con la interpretación 'Let's Dance', rompepìstas de David Bowie (producido por Rodgers) que ha empalmando con su dupla de grandes éxitos 'Le Freak (C'est chic)' y 'Good Times'.
Queríamos más, mucho más. Nos hemos quedado con las ganas. Nile Rodgers, después de hacer mucho la pelota al público llenándose la boca de Barcelona unas cuantas veces, ha dejado el escenario y ya no ha reaparecido. Acabado el concierto, la lluvia ha vuelto.