Este miércoles la Sala Tallers del Teatre Nacional de Catalunya (TNC) estrena Nadia, una obra basada en la experiencia de la joven afgana Nadia Ghulam, que vive en Catalunya. La pieza, que se representará en la Sala Petita del TNC, ha sido dirigida por Carles Fernández Giua, y cuenta con la participación del mismo Carles Fernández y de Eugenio Szwarcer. Nadia se mantendrá en el TNC hasta el 11 de febrero.

Una historia de novela

La vida de Nadia es un ejemplo de superación. Su infancia, muy feliz, se vio abruptamente interrumpida cuando, a los ocho años, una bomba provocó la destrucción de su casa de Kabul y le causó graves heridas, que la obligaron a pasar un largo tiempo en el hospital. Tuvo que superar 14 operaciones. Cuando salió del centro hospitalario se encontró con el padre inválido y con la familia en una situación económica crítica. Como los talibanes no permitían que las mujeres trabajaran en el ámbito público, Nadia decidió suplantar la identidad de su hermano, muerto en la guerra. Así, pudo trabajar y ayudó a subsistir a su familia. Durante once años Nadia se metió en la piel de un hombre, en el Afganistán de los talibanes. Vivía en la calle como un hombre y volvía a ser mujer en su casa.

La esperanza que no se pierde

Ghulam llegó a Barcelona en 2006 para reconstruir su aspecto físico, gracias a la ayuda de una ONG. Tenía, entonces, 21 años, y había pasado 11 con turbante, como un hombre. Fue acogida por una familia catalana y se instaló en Badalona. Ahora, se siente muy satisfecha por haber hecho muchas cosas que parecía imposible que pudiera hacer. Está especialmente orgullosa de haber llegado a la universidad. Explica: "me lo pasé muy mal, pasé muchos años sin estudiar, pero nunca dejé de pensar que podía llegar donde quería llegar". Ghulam, cuando habla de su vida, hace referencia a un proverbio afgano: "La esperanza es amarga, pero sus frutos son muy dulces".

En primera persona

Nadia, en los últimos años, ha tenido mucho contacto con los medios de comunicación. Ya en Afganistán recibía a menudo fotógrafos de diferentes medios que querían ilustrar sus artículos sobre la guerra con sus cicatrices y sus historias. Cuando llegó a Barcelona, fue entrevistada muchas veces. Pero acabó cansada de la "falta de sensibilidad humana de los medios". Por eso, en los últimos años, ha decidido tomar ella misma la palabra: en 2010 escribió El secreto de mi turbante. Lo hizo a cuatro manos, con la colaboración de la periodista Agnès Rotger. Este libro la hizo muy popular, ya que obtuvo el premio Prudenci Bertrana. A partir de la publicación de esta obra, Nadia empezó a impartir conferencias en muchas ciudades catalanas. Más tarde empezó a hacer teatro, y ahora su obra llega al TNC. Nadia ya habla directamente al público. Sin intermediarios.